El Disco de Festos
por Hyranio Garbho
Robert Scrutton, en su famoso libro sobre el Oera
Linda titulado "La Otra Atlántida" sostuvo que el Disco de Festos
podría invocarse como una evidencia a favor de la autenticidad del Oera
Linda. Este Disco, descubierto en Creta
el 15 de Julio de 1908, en una excavación realizada en el Palacio Minoico de
Festos, por el arqueólogo italiano Luigi Pernier, es un disco de arcilla cocido
datado hacia finales de la Edad del Bronce, que contiene misteriosas
inscripciones jeroglíficas a ambos lados del plato, cuyo desciframiento -por lo
menos de las inscripciones correspondientes en la cara A- corresponden al
filólogo húngaro Vladimir Georgiev[1]. Según Scrutton, el trabajo de Georgiev nos
permite establecer que las afirmaciones hechas en el Oera Linda, sobre Minnos,
el Rey del Mar, son certeras; probando así, de paso, la autenticidad del
libro. Dado que el Disco de Festos fue
descubierto recién en 1908 y descifrado por Georgiev en 1977, no pudieron los
autores del Oera Linda basar sus relatos sobre Minnos y la isla de Krêtar
(Creta) en lo que viene grabado en el Disco.
Y no obstante, según Scrutton, los relatos de una y otra fuente
coinciden.
El Disco de Festos (Cara A)* |
Según la interpretación de Georgiev el Disco de
Festos está escrito en lengua luvita, una rama perdida de las lenguas
indoeuropeas, relacionadas con los Hititas.
Los luvitas, según este autor,
habrían vivido originalmente en las orillas del Danubio; y sólo muy tardíamente
se habrían desplazado hacia la región de Anatolia en el Asia Menor. Georgiev especula que hacia el 1700 los luvitas
habrían tomado el control de la isla de Creta.
En su interpretación del Disco de Festos éste nos habla de un profundo
descontento social y de luchas intestinas entre dos jefes tribales: Yara y Santadimuwa.
Según Georgiev, estos conflictos se habrían resuelto en favor de
Santadimuwa; lo que habría obligado a Yara a autoexiliarse en una fortaleza de
la isla. El Disco también señala que una
vez derrotado Yara habría prometido a Santadimuwa que se aplicaría al cultivo
de cereales y que no le causaría ningún tipo de problemas. Hasta aquí lo que viene narrado por el Disco.
Disco de Festos (Cara B)* |
Robert Scrutton afirma que Yara es Minnos; y que
en lugar de haberse autoexiliado en un castillo conservó su tierra, y recibió
allí a todos los luvitas que, identificados con su causa, buscaron en su tierra
refugio y protección. Luego, amenazados
por la posibilidad de perder sus reinos, los príncipes luvitas habrían pactado
con Minnos un código de leyes, mostrándose amistosos con el rey frisón. Mas cuando las leyes dictadas por Minnos
fijaron los deberes de los príncipes se habrían vuelto contra él, intentando
incluso envenenarle, lo que habría motivado la decisión de Minnos de abandonar
Creta y retornar a su patria, en Lindahêm. Unos pocos miembros de su
tripulación, probablemente Hititas, se habrían encargado de registrar estos
hechos en el Disco de Festos, mudando el nombre de Minnos por el de Yara, y
tomando partido por la posición de los príncipes luvitas y Santadimuwa. Así, los hechos relativos a este rey del mar,
que dio leyes a los habitantes de Creta, habrían sido completamente
distorsionados, prevaleciendo una visión enteramente conveniente a la postura
de Santadimuwa y a la de los propios príncipes luvitas.
Robert Scrutton cree que el Disco fue
deliberadamente grabado con una escritura hermética porque se buscaba ocultar
todo lo relativo a este emblemático rey del mar. Ello explica la diferencia de escritura que hay
a un lado y otro del Disco de Festos. La
cara A y la cara B, en efecto, están grabadas con jeroglíficos diferentes, pese
a que fueron escritas en la misma época. Ello únicamente da cuenta de la
coexistencia deliberada de dos tipos de escritura al mismo tiempo: una abierta,
profana y demótica; y otra sagrada, jeroglífica y hermética. La escritura hermética (cara B del Disco)
contiene, en opinión de Scrutton, la verdadera historia de Minnos, cuyo nombre
falseado por el de Yara, en la cara A del Disco, no habría impedido que las
generaciones futuras de príncipes le hubiera reivindicado utilizando su nombre,
y gestando la famosa leyenda del Rey Minnos que se recuerda hasta el presente.
[1]
Según otras fuentes el Disco de Festos jamás ha podido ser descifrado
realmente, aunque ha habido muchos intentos.
Entre los más prominentes, a nuestro parecer, se cuentan los de Axel
Hausmann, quien en 2002 escribiera un libro sobre el particular titulado El Disco de Festos. Un Documento de la
Atlántida (Der Diskus von Phaistos. Ein Dokument aus Atlantis); y
también, los de los de Leon
Pomerance, que interpretó las inscripciones y jeroglíficos del Disco en
términos de símbolos astronómicos.
También han propuesto diversas interpretaciones de la escritura del
Disco figuras como Kjell Aarten, Winfried Achterberg, Thomas Balistier, Jean
Faucounau, Steven R. Fischer, F. G. Gordon, George Hempl, Adam Martin, Derk
Ohlenroth, Ο.
Polygiannakis, Benjamin Schwartz; y F. Melian Stawell.
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