jueves, 1 de marzo de 2012

El DMT


(Artículo en Construcción)

Desde un punto de vista clínico moderno el DMT es un "alucinógeno" natural que se halla en plantas y animales; aunque puede ser manipulado químicamente y sintetizado como cualquier otro tipo de droga alucinógena (el LSD por ejemplo).  Ya sea en forma natural, ya sea en forma manipulada, el DMT es el alucinógeno más potente que se conoce.  Pero no es ni porque es un alucinógeno, ni porque es el más potente que vengo aquí a hablar del DMT.  Las drogas siempre me han importado un carajo; siempre he estimado que ése oscuro mundillo de los drogas es un asunto caro a loosers, desadaptados y fracasados de toda índole y especie.  Pero el caso del DMT presenta un aliciente distinto.  Hay un sentido, un minúsculo aspecto, en el que hablar de esta droga puede resultar interesante.  Investigadores no convencionales han descubierto que esta sustancia es secretada de manera natural por los humanos cuando se hayan expuestos a situaciones límites tales como la agonía, la cercanía de la muerte, o las experiencias extáticas o místicas.  Y es en ése sentido que se vuelve atractivo hablar del DMT.

En los años 90 se llevó a cabo una investigación con sesenta personas en los Estados Unidos a quienes se les suministró DMT vía intravenosa.  Los resultados fueron sorprendentes.  Casi por unanimidad los investigados dijeron haber experimentado "una pérdida de la percepción del cuerpo" sintiéndose como si hubieran muerto.  La mayoría de los participantes del experimento dijeron haberse sentido como si fueran una conciencia pura "sin percepción de sensaciones corporales". Uno de los resultados más interesantes de la investigación enfatizaba el hecho de que los investigados reportaran haber padecido efectos visuales con patrones geométricos arquetípicos (símbolos religiosos antiguos).  Otros efectos del estado de alucinación fueron la "pérdida" de la percepción espacial y la alteración del sentido del tiempo, junto con vislumbres de túneles, escaleras, ductos, pájaros fantásticos, etc., imágenes que a ratos se sobreponían a las imágenes de los objetos "reales" del campo objetivo de su percepción.   Sorprendente fue también el reporte de la aparición de entidades no materiales durante la alucinación, algunas de las cuales eran descritas como ángeles o espíritus venidos como de otros mundos.