lunes, 18 de noviembre de 2013

El Oera Linda y la Atlántida

Por Hyranio Garbho


El nefasto Wikipedia dice al inicio en su entrada sobre la Atlántida: "Atlántida (en griego antiguo Ατλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlas’) es el nombre de una mítica isla, mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón".

Chequeé las versiones inglesa y alemana del Wiki y dicen lo mismo.

Horror... Horror... Horror... ¡Qué manera tan deliberada de mentir y manipular la información!

A dios gracia aun conservo intactos mis rudimentos de griego y tengo en mi Biblioteca un ejemplar original del Critias y del Timeo.

La primera referencia a la Atlántida que hallamos allí viene de labios de Critias, quien dice, respondiendo a Hermócrates, lo que sigue:

"...τῶν δ' οἱ τῆς ̓Ατλαντίδος νήσου βασιλῆς, ἣν δὴ Λιβύης καὶ ̓Ασίας μείζω νῆσον οὖσαν ἔφαμεν εἶναί ποτε, νῦν δὲ ὑπὸ σεισμῶν δῦσαν ἄπορον πηλὸν τοῖς ἐνθένδε ἐκπλέουσιν (Del otro lado hallábanse los reyes de la isla de la Atlántida, sobre la que hemos dicho que en otra época era más grande que Libia y Asia juntas) -Traducción de Hyranio Garbho (de Ljvdwerd)"

Lo que se acaba de leer arriba es griego antiguo (no griego moderno). Como bien puede apreciarse la quinta palabra, de derecha a izquierda de la pantalla, considerando incluso los artículos es "Ατλαντίδος" genitivo de la palabra "Ατλαντίδα", que se lee "ATLÁNTIDA". Hay otras tres referencias a la Atlántida (al nombre Atlántida) en el texto, en las que podemos leer:

̓Ατλαντίδα
Ατλαντικὸν
Ατλαντικῶ

Mucho más marginalmente, podemos leer otras dos referencias a Atlas o Atlante, en las que el original griego escribe:

Ατλας
Ατλαντος

Platón dice en el Critias que la isla Atlántida debe su nombre a su primer rey llamado Atlas (no confundir a este Atlas con el otro de la mitología). Pero al respecto me inclino a pensar, con todo el respeto que siento por Platón, que si la palabra "Atlántida" hubiera derivado de "Atlas" el nombre de la isla debiera ser entonces "Atlátida" (sin la "n" detrás de la segunda "a") y no "Atlántida". ¿Se equivocó en esto Platón? Por cierto que sí. O más bien, más que un error, digamos que Platón no contaba con toda la información necesaria como para elucubrar una mejor etimología de la palabra Atlántida. En lo que a mi opinión respecta creo que Platón debió hallarse en medio de un desconcierto total respecto de todo lo concerniente a la Atlántida. No hay que olvidar que el relato le fue transmitido por Solón, quien a su vez lo escuchó de un sacerdote egipcio. En lo sustancial, tuvo que imaginar que el nombre Atlántida derivaba de Atlás, sin advertir que el sintagma principal que forma la palabra hay una raíz que no es griega, sino protogermánico, cara a todas las formas que esta lengua cobró entre los pueblos del norte y del centro de Europa. El nódulo esencial de la palabra Atlántida lo constituye la palabra "land", que significa "tierra". "At-land-ida" es así una palabra con raíz germánica, no griega; lo que prueba, de paso, que Platón no inventó la historia de la Atlántida, sino que tuvo que haberle sido transmitida, probablemente, en los mismos términos que señala el Critias y el Timeo.

Derivada del protogermánico la palabra Atlántida cobra sentido. Pues vendría a ser una "Tierra", un "País", un "lugar" en alguna parte del planeta. El Oera Linda nos da una pista a este respecto. El viejo manuscrito frisón habla de una isla sumergida en el atlántico casi 3000 años antes de Cristo. La isla lleva por nombre el de "Âldland", que significa "Tierra Antigua" o "Antiguo País" -también, "antiguo continente" (de "Âld" antiguo, viejo, etc. y "land" tierra). Aunque no podemos establecer que se trate de la misma isla del relato de Platón, nos da una pista interesante sobre una posible etimología de la palabra "Atlántida". "At" puede ser perfectamente una contracción de "Âld" y más precisamente de "Alt" ("antiguo", en alemán), de donde "Alt Land" vendría a ser la etimología más probable para la Atlántida, significando ésta el "antiguo país", la "antigua tierra".

Una última cosa: en la Grecia antigua sabido es que Zeus nació en el monte Ida (no confundir con el Ida cretense, ni con el Ida turco... este monte Ida es de la mitología... probablemente ni siquiera se hallara en el mediterráneo). ¿Será la etimología más adecuada para la Atlántida la de "Vieja Tierra del Monte Ida"? Después de todo, el Oera Linda, que no Platón, llama a la vieja "Âldland" el "país de las altas montañas. Y quizá este "Ida" de la mitología, lugar de residencia de los dioses, haya sido antes que una tierra de los griegos, un lugar más allá de los pilares de Hércules, la tierra más antigua de que tenga memoria el hombre de la Europa primordial.

Ulrich von der Vogelweide y la Historia Secreta del Oera Linda

Por Hyranio Garbho



Es un clásico de la filosofía hermética sostener que quien verdaderamente sabe de hermetismo no habla, y que quien habla, verdaderamente, no sabe. Esa sentencia coincide a la perfección con la obra hermética de las sociedades bosquianas. Hasta 1971 nada, absolutamente nada, se sabía de ellas. Ninguna publicación -o publicaciones muy escasas como el Auf den Traditionen der Laf de Tarnhari- habíanse dado a conocer al público común. 




Portada del Libro de Ernst Lauterer
Lo secreto, lo verdaderamente hermético, responde a una obra, a un opus alquímico, y por lo tanto, no se le profana (no se le publica). Este a priori del hermetismo opera casi como una certificación de veracidad. Si algo se supone hermético ¿cómo es que llega finalmente a ser conocido de tantos? El propio hecho de su vulgaridad (su vulgarización -su popularización) habla sobradamente que quizá allí no haya nada verdaderamente hermético. El caso más patético de esto es la masonería; seguida muy de cerca por los grupos rosacruces y otras entidades de la misma naturaleza, como los pseudo-illuminatis, los pseudo-otos, etc.

Las comunidades bosquianas, en cambio, han permanecido auténticamente herméticas. Si de ellas se sabe algo nunca va más allá del hecho de saber que existen; pero sobre lo que comulgan, lo que practican, muy poca información ha logrado filtrarse y hacerse pública. Y no obstante esto estas comunidades son todavía más antigua que los propios masones y los rosacruces.

Obra de Rudolf von Sebotendorf

El bosquianismo, si cabe utilizar ese término, es la expresión moderna de una orden más antigua, que entre los siglos XVIII y XIX se conoció como OTA. Esto es tan hermético que sólo en la obra de Rudolf von Sebotendorf pueden hallarse algunas pocas referencias, si se sabe leer con cuidado. La OTA (Ordo Tragula Aurea) fue una asociación hermética que bien puede remontarse a los tiempos del mítico Orfeo, del que algunas referencias crípticas se hacen en el Oera Linda. Miembros de la OTA dieron vida, en Ljwrda, al círculo del Oera Linda. A una filial de este círculo, en Praga, perteneció Ulrich von der Vogelweide. Es en esta pequeña comunidad que se forma esotéricamente; y recibe allí su primera iniciación.

Aalfjie Meylhoff

El Círculo del Oera Linda se fundó en 1840, en Ljwrda, Frisia. Su fundadora fue una mujer llamada Aafjie Meylhoff (su nombre de soltera era Aafjie Over de Linden). Esta mujer había sido iniciada en los misterios del Oera Linda por su propio padre Andries Over de Linden, el último custodio conocido del Oera Linda. La tradición hermética enseña que, en una época que no ha podido precisarse aun, la OTA encomendó la custodia de este manuscrito a la familia de los Over de Linden. Presumiblemente esto pasó alrededor del año 800, fecha en que Carlomagno fue coronado por el papa como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. A partir de entonces, y por el lazo familiar que les ligaba con los redactores del manuscrito, los Over de Linden se hicieron a la misión de custodiar el libro. Así, Likko Ovira Linda, el patriarca de la familia, vino a convertirse en su primer custodio.

Página del Oera Linda

La preservación del libro significó, desde sus orígenes, iniciarse en sus misterios. Una larga tradición iniciática surgió así, entonces, en Ljvwrda. Alrededor de 1815 Andries Over de Linden fue investido como Maestro del círculo del Oera Linda. Pero no tenía discípulos. El círculo estaba circunscrito desde antes del siglo XIII únicamente a los miembros de su familia. Y la tradición se transmitía de Padres a Hijos, en forma directa. Los hijos iniciados en los misterios del libro eran investidos como maestros en una ceremonia solemne celebrada entonces, presumiblemente, en Islandia. Pero desde 1807 la Orden retornó a Tesalónica, lugar donde originariamente había sido creada tres mil años antes. ¿Por qué 1807? Porque ese año es sindicado por Dela, llamada Hêllênja, en su profecía, como el año del comienzo del fin; el fin de la edad oscura, tras la que deberán pasar mil años (he aquí el arquetipo del milenio o milenarismo) hasta que el orden natural, el retorno de la Edad Dorada, vuelva a hacerse presente en el planeta.


Cuando Andries Over de Linden fue investido maestro del círculo no tenía discípulos porque su único hijo varón había fallecido prematuramente. Correspondía entonces que el hijo de éste, su nieto, ocupara su lugar. Pero Cornelius Over de Linden -que éste era el nombre del nieto de Andries- tenía entonces sólo seis años de edad; y Andries no podía confiarle secretos tan complejos. Por lo que decidió iniciar en los misterios del Oera Linda a su única hija, Aafjie Meylhoff (entonces Aafjie Over de Linden), que en esos días tenía apenas 13 años. Pero Andries murió muy tempranamente en 1820, sólo cuatro años después de iniciar sus enseñanzas a Aafjie, por lo que no pudo completar su obra. Ésta fue continuada por miembros de la OTA. Antes de morir, Andries Over de Linden hizo gestiones para que miembros de la Tragula Aurea tomaran la custodia de su hija y completaran la obra por él iniciada. Aafjie fue investida como Maestro Soberana de los Secretos del Oera Linda y custodia del manuscrito. Esto debió acontecer hacia 1840 porque ese año Aafjie Meylhoff formó junto a dos discípulos iniciados de la OTA una filial de esta Orden, en Ljvwrda, a la que llamó precisamente Oera Linda Gemeenschap (Orden del Oera Linda).

Portada del Oera Linda en Castellano

En 1848, presumiblemente, ingresó a la Orden un joven de tan solo 20 años. Se llamaba Pieter Goos. En poco tiempo se reveló como un discípulo avanzado. Antes de cumplir los treinta años viajó a Tesalónica donde fue un iniciado de la OTA. En 1868, mientras estudiaba Cábala con Antonin Cě ch, en Praga, conoce a Konrad Scholz, quien más tarde adoptaría el nombre de Ulrich von der Vogelweide. Ese encuentro será decisivo para Vogelweide, y para todos quienes, después de él, formaron parte de las sociedades bosquianas. Ese mismo año Goos y Vogelweide forman un círculo de estudio del Oera Linda.      El grupo es conocido exteriormente como la Orden del Áureo; interiormente sus miembros se saben integrantes de una filial de la OLG (Oera Linda Gemeenschap) en Praga.


Poco antes de morir, en 1860, Aafjie Meylhoff legó a Goos, su discípulo predilecto, unas hojas arrancadas del Oera Linda. Se trataba de un pasaje del Libro de Bêden, que constituían alrededor de veinte páginas y unas sesenta páginas íntegras del libro del hijo de Bêden, quien firmaba como Arpha; a lo que hay que adicionar dos páginas del hijo de éste y nieto de Bêden, quien firma como Ljudgêrth y es presumiblemente el autor del fragmento que se adjunta al final del libro. La razón por la que separó estas hojas del manuscrito constituye todavía un misterio. Conforme se había comprometido Meylhoff debía entregar el Oera Linda a su sobrino Cornelius Over de Linden. Pero era éste un hombre de pocas luces, que siempre se negó a participar de las enseñanzas de su tía. Quizá éste fue el motivo por el que Meylhoff separó las hojas del libro de Arpha y los extractos de los libros de Bêden y Ljudgêrth del Oera Linda. Temía que su sobrino no le diera un buen uso al libro. Y no se equivocó. Poco tiempo después de heredarlo Cornelius Over de Linden buscó extraer de él un provecho práctico. Quiso venderlo primero como una antigüedad; y más tarde aceptó que se publicara, esperando quizá una recompensa económica con esto. Es posible, incluso, que tras enterarse que el libro había sido mutilado por su tía, buscara restablecer las hojas perdidas recreando el texto de Ljudgêrth -lo que explicaría la diferencia de ese papel con las otras hojas del manuscrito. Con todo, cabe preguntarse, por qué Meylhoff separó esas hojas del libro y no otras. ¿Qué tenían de especial esos extractos del libro de Bêden y Ljudgêrth y el libro íntegro de Arpha? Y he aquí que esto continúa siendo un misterio.


Cuando Vogelweide formó parte del círculo del Oera Linda tuvo en sus manos los extractos arrancados del original que habían sido legados a Goos por Meylhoff. Instruido por éste hizo una copia en alemán del libro de Arpha, la que legó luego, junto con sus "Bodas de Arkhanen", a Ernst Leuterer. De las veinte hojas perdidas del libro de Bêden nadie sabe hoy nada; tampoco se volvió a saber nada de las dos hojas del libro de Ljudgêrth. Los tres textos originales se fueron con Goos a Holanda cuando éste retornó allí; pero tras su extraña muerte se perdieron junto con él. Sólo el libro de Arpha se conservó íntegro gracias a Vogelweide.

Alex Langsdorff

La tradición hermética de las órdenes bosquianas enseñan que el libro de Arpha fue custodiado por la Orden de Tarnhari hasta poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Puesto en peligro fue sacado de Alemania en febrero de 1945 por el joven arqueólogo de las SS Alex Langsdorff. Según la historiografía oficial Langsdorff murió en 1946, en Eutin, de embolismo pulmonar. Pero la enseñanza hermética dice que no murió y que cambió su nombre para escapar del asedio aliado. En los años cincuenta lo hallamos en Turquía ostentando el misterioso nombre de Julius Tab Inke.    Los Tab Inke figuran como una tribu del libro de las Bodas de Arkhanen de Vogelweide, lo que revela que Langsdorff poseía conocimientos de esta obra. En los círculos herméticos fue conocido como el Barón von Klappenbach, dado que alternaba este nombre con el de Tab Inke. En Turquía von Klappenbach fue miembro de la OTA donde conoció a Hans Hausmann. En 1962, tras descubrir que el papiro de Derveni autentificaba el libro de Arpha, retornó a Alemania, a Magdeburgo, donde se unió a Hausmann, quien había vuelto dos años antes, para formar la Ordo Arcana Derveni (OAD). Una de sus integrantes, la maga y sacerdotisa francesa Margarite vaal de Marne puso en francés el libro de Arpha, de donde fue traducido al castellano por Gabriel della Frontera bajo el título de Arphænomikon.
Portada del Arphænomikon

Arpha es el nombre fenicio de Orfeo. Su nombre significa "quien cura por la luz". Según el Oera Linda Hermético es el autor del misterioso libro que lleva su nombre. En la versión castellana que hizo Della Frontera de este texto hay unas pocas líneas al inicio firmadas por Vogelweide. Están fechadas en 1868, el año que éste conoció a Goos. Allí afirma que el Oera Linda puede ser enteramente leído como un criptograma cabalístico y que en el libro de Bêden (particularmente en las últimas dos hojas) se enseña cómo puede obrarse este prodigio. Lo que vale para el libro entero vale también para el libro de Arpha. Y dado que el libro de Arpha está escrito en una lengua derivada del kroder de Juul más directamente que todos los otros libros del Oera Linda, culmina por ser todavía más antiguo, y probablemente el libro original.


Según el Libro de Arpha, Orfeo, el mítico señor de los encantamientos, maestro hiperbóreo de la vieja Atlántida, mientras surcaba los mares del mediterráneo, mucho antes que Nêf Tünis y Nêf Inka, fue hecho prisionero de los pérfidos phonysjar (fenicios). Mientras allí permanecía en cautiverio le fue revelada la historia oculta del género humano. Según ésta un sacerdote egipcio, cuyo nombre fue borrado del libro de la vida -razón por la cual se le conocía únicamente como Mses, que significa 'hijo de...'- en un acto de magia descomunal debilitó la energía de las fuerzas naturales protectoras del planeta y posibilitó el ingreso a ésta de una energía maligna (de carácter neutrónico-entrópico) llamada "Y". Esta energía neutrónica, que originalmente se alimentaba únicamente de sangre (animal o humana), expulsó al espíritu masculino de la tierra y tiranizó (y sigue tiranizando) la parte femenina de ésta. A Orfeo se le comunicó entonces cómo exorcizar el planeta de esta energía maligna, mediante una serie de vocalizaciones que hacían vibrar ciertas ondas sonoras, ciertas notas, y que este habría encubierto en su famoso libro. El libro de Orfeo, de Arpha (o arphænomikon como le llamara Della Frontera en 1971) fue desde entonces el Graal de los arios, la piedra caída de lucifer (pues entiéndase que no se trata de una piedra material, sino de una piedra en sentido alquímico, el famoso lapis exilis), con la que éste fue investido del poder para expulsar a "Y", el espíritu maligno que tiraniza la tierra; y permitir así el retorno de Dios.



La Cábala Órfica

El conjunto de vocalizaciones, vibraciones y rítmica concertadas con escrupulosa matemática aria -geometría sagrada- es lo que en la obra de algunos autores aparece bajo el nombre de Cábala Órfica. El libro de Orfeo, el arphænomicon, es la Cábala Órfica. Este libro, también conocido esotéricamente como el Oera Linda Hermético, fue transmitido secretamente también a Hermann Wirth, traductor del Oera Linda al alemán, quien se negó a reproducir en su versión del manuscrito la falsa carta de Ljudgêrth, en la que se basan hoy los detractores del Oera Linda para decir que éste es falso. Una historia todavía más hermética señala que ésta fue transmitida por Wirth a altos oficiales de las SS en 1933, los que de hecho buscaron tornarla práctica.  Pocos saben que en el corazón más íntimo de la misión de Otto Rahn al Sabarthes se hallaba encontrar, entre los cátaros, el original libro de Arpha (no olvidar que entonces si Wirth contó con un ejemplar de éste debió haberle sido trasmitido por miembros de la Orden de Tarnhari, quienes únicamente poseían la traducción de Vogelweide y no el original) -conocido en la Edad Media como el evangelio no falsificado de Juan. Pues la tradición hermética enseñaba que hasta esas regiones, en el Medievo, había sido secretamente llevado este libro. Con todo, la misión aparentemente fracasó. Rahn publicó un libro llamado la Corte de Lucifer, cuya interpretación del mito del Graal es, en muchos puntos, no sólo más rica, sino también distinta de la ofrecida en su obra anterior, titulada la Cruzada contra el Grial. Rahn volvió al Sabarthes financiado por la Ahnenerbe, pero prontamente cayó en desgracia. Las malas lenguas dicen que era homosexual, y que, por esta razón fue muerto en los montes del Wildes Kaiser, alegando como causa el congelamiento. Pero la verdad dista mucho de ser conocida en este punto. La enseñanza hermética dice que Rahn no murió (de hecho su verdadero cuerpo nunca fue hallado); y que contrariamente a lo que se sabe en forma oficial, estaba en camino de tener éxito antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Pero no pudo completar su obra.

Otto Rahn

No estoy en condiciones de poder certificarlo, pero he oído de buenas fuentes que el Barón Julius von Klappenbach, conocido también como Julius Tab Inke, no era, en verdad, Alex Langsdorff, sino Otto Rahn. Esto fue lo que un día, hace mucho, me transmitió mi Maestro. Probablemente la fuente de su información fue Della Frontera, quien a su vez fue discípulo de Vaal de Marne, la maga sacerdotisa que se cuenta como la última persona que vio en vida al Barón von Klappenbach, custodio del Oera Linda Hermético, antes de marchar a las tierras del sur de América, a la Antártica, lugar donde creía se hallaba la entrada a la tierra donde podría reunirse con sus ancestros míticos, entre los que contaba también a sus viejos camaradas.






domingo, 20 de octubre de 2013

El Misterio del Oera Linda X


Wodin, Nêf Tünis y Nêf Inka

por Hyranio Garbho


En el Oera Linda se habla de tres legendarios primos cuyas hazañas son memorables para el pueblo frisón.  Sus nombres eran Wodin, Tünis e Inka.  Wodin, el mayor de ellos, vivía en Lumkamâkja; Tünis e Inka eran oriundos de Aldergâmude.  El Oera Linda narra que estos primos sobresaldrían como bravos guerreros en la conflagración que enfrentó a los frisones contra los mâgjares y finneses.  Convocados a la guerra por la Êrêmoder Minna, en Ast-flylând, los jóvenes guerreros se reunieron y nombraron a Wodin como su jefe militar.  Tünis sería nombrado jefe de las fuerzas navales; e Inka sería elegido su almirante.  Los barcos zarparon entonces hacia Dinamarca, llevando a Wodin y su poderoso ejército a bordo.  La guerra fue favorable a los tres primos y lograron derrotar al malvado Mâgy -líder natural de los mâgjares.  Pero el Oera Linda dice que, con engaños,  adulaciones y encantamientos mágicos Mâgy logró ablandar el carácter de Wodin y ganarlo a su favor.  Le ofreció en matrimonio a su propia hija; y merced al uso de hierbas mágicas logró hacer que Wodin renegara de Frya y de Wr-alda.  Con el tiempo Mâgy logró el control absoluto sobre él; porque Wodin, un guerrero bueno en esencia, podía ser fuerte y valiente, pero no era clarividente.  Esto es, al menos, lo que dice de él el manuscrito frisón.  Seis años duró su reinado y luego desapareció.  Mâgy dijo que había subido a los cielos.  Su hijo, el hijo de Wodin, reinó entonces como su heredero.  Pero al no tener la edad para el cargo, Mâgy, que era su abuelo (no olvidar que la hija de éste se había casado con Wodin), asumió nuevamente como rey.

Otro fue el destino que tuvieron Tünis e Inka.  Por motivos que el Oera Linda no explica, cuando Tünis e Inka decidieron retornar a casa, no pudieron recalar en ningún puerto de la vieja Friesland.  La Volkmoder en Texland se los había prohibido.  Ello obligó a que estos dos primos  dirigieran sus embarcaciones hacia las costas de Cadiz, cerca del estrecho de Gibraltar; y se abastecieran allí con víveres y diversas provisiones.  El Oera Linda narra que Tünis deseaba navegar el mediterráneo; pero Inka quería marchar hacia los mares de occidente, donde pensaba que podía hallar restos de la desaparecida Âldland, que por su altura no se hubieran hundido. No pudiendo llegar a un acuerdo decidieron separar sus destinos.  Inka izó velas en dirección oeste y navegó hacia lo profundo del océano atlántico.  El Oera Linda narra que jamás se volvió a saber nada de él.  Tünis, en cambió, cruzó el estrecho de Gibraltar y navegó el mediterráneo.

La historia de Tünis, el legendario rey del mar frisón, ya ha sido narrada, en parte, en este estudio.  A modo de síntesis digamos que navegó hasta las costas fenicias y fundó allí una ciudad en honor de Tyr, a la que llamó Thyrsburgt. Hizo buenos tratos económicos con los fenicios, particularmente con los habitantes de Sydon, lo que le hizo enormemente rico, granjeándose gran fama como soberano de todo el mediterráneo.  Hacia el final de sus días volvió a Friesland cargado de riquezas.  Allí le recibieron con honores.  Le consideraron un rey tan grande que no pudieron evitar deificarlo a su muerte.  Le llamaron "Primo Tunis" -en frisio Nêf Tünis- y lo consagraron como dios eterno de los mares y los océanos. 

Es evidente el sincronismo entre Nêf Tünis y Neptuno, el dios del mar de la mitología romana.  Lo mismo que es obvio el paralelo entre Wodin y Odín, el mítico dios guerrero de la mitología escandinava -llamado Wotan entre los germanos, nombre que deriva efectivamente de Wodin.  Hay, por cierto, en estos paralelos, ciertas discrepancias.  Wodin, por ejemplo, es descrito como un fuerte y valiente guerrero, que no obstante no tenía sabiduría.  Esto contrasta seriamente con lo que sabemos de Odín o Wotan, cuya sabiduría obró el develamiento de las runas; y bebió del pozo de Mimer.   Otro tanto podemos decir de Tünis.  Pero el caso más interesante de los tres primos, quizá por nuestra posición geográfica, es el de Inka o Nêf Inka, quien navegó hacia los mares de occidente y nunca más se volvió a saber de él.  Por su nombre, es muy difícil que no le asociemos a los Incas.  Y si el Oera Linda dice que marchó hacia los mares occidentales en busca de algún refugio de la Atlántida, con mayor razón nos vemos obligados a sostener este paralelo.

Sobre la presencia de los Dioses blancos en América hay información abundante.  Muchas de estas noticias nos han sido aportadas por los propios cronistas españoles.  Cuando éstos llegaron a América se encontraron por todas partes con historias sobre ciudades encantadas en los Andes habitadas por "Dioses Blancos".  Paititi, Elelín, Aztlan, Thule, Kalasasaya son sólo una pequeña muestra de estas leyendas.  Los aztecas, por ejemplo, decían que Quetzalcóatl había venido de una isla situada en los mares del este llamada Aztlan.   Vino allí el Dios como portador de cultura, pero horrorizado por los sacrificios sangrientos se marchó; aunque prometió volver un día.  Esta leyenda del Dios blanco que promete volver un día se repite también en los andes peruano-boliviano.  Allí el Dios es conocido como Viracocha.  ¿Es Viracocha una especie de Quetzalcóatl peruano?  O mejor aun: ¿Son ambos, Viracocha y Quetzalcóatl, una evocación de un marino frisón que surcó los mares del atlántico, en búsqueda de los restos de su patria perdida, Âldland, y que el Oera Linda llama Nêf Inka? ¿Son, en este sentido, los incas, una realeza  descendiente de estos marinos frisones que llegaron a América, bajo el mando de Nêf Inka, probablemente hacia el 2000 a.C.?  Un interesante análisis realizado en Inglaterra a tres momias incas halladas en sepulcros reales reveló que su composición sanguínea no coincidía plenamente con los patrones sanguíneos de la población indígena nativa.  Los incas florecieron en Perú hacia el siglo XIII.  Es probable que una línea de ascendencia se haya mantenido desde los lejanos días de Nêf Inka, cuyo nombre evoca el título dado al emperador, hasta la época de la aparición de los incas en la escena de la historia.  Si ello es así podríamos explicar de manera satisfactoria el asombroso parecido cultural (relativo a la organización social y las leyes) que persiste entre éstos y los antiguos frisones.  Robert Scrutton ha detallado todos estos aspectos en su libro sobre la Otra Atlántida. A nosotros no nos queda más que admirarnos y complacernos en ello.  Después de todo, la presencia de los vikingos en América -como la de otros pueblos germánicos y escandinavos- ya ha sido ampliamente probada por otros interesantes estudios e investigaciones llevadas a cabo desde los años cincuenta.  En lo que a nuestra opinión respecta ellos dicen lo que, por otras vías, viene testimoniado en el Oera Linda.  A ellos, el texto frisón sirve como una prueba más entre las innumerables evidencias de la presencia de estos pueblos en América.

El Misterio del Oera Linda IX


Los Golen, los Kåltas y los Trowydas

por Hyranio Garbho


Los capítulos dedicados a los golen, los kåltas y los trowydas son quizá de lo más interesante que hay en el Oera Linda.  Sobre todo, porque su particular punto de vista nos ofrece una visión del todo novedosa sobre estos asuntos.  Sumariamente hablando se ha asumido que los golen son los clásicos Galos; y que los kåltas y los trowydas son, respectivamente, los Celtas y los Druidas. Nosotros compartimos plenamente esta opinión.  Pero el Oera Linda agrega algunas cosas, todavía más interesantes, sobre las que no se ha reparado aún debidamente.  Por de pronto, el nombre de los golen, su verdadero origen; y su particular carácter.   Es a este núcleo de cuestiones que dedicaremos las siguientes líneas.

Lo primero que nos asalta como una cuestión relevante es el nombre de este grupo, la palabra con la que se los designa, esto es, "golen".  Esta palabra no tiene raíz germánica; y difícilmente la reconocemos entre los sonidos que evocan el idioma frisón.  Ignoramos, por tanto, cual pueda ser su procedencia.  Aunque no podemos dejar de advertir su similitud con palabras surgidas en otros suelos idiomáticos.  El nombre "Golen" nos suena muy semejante a la palabra Golem con la que se significa en el mundo judío a una creatura sin alma verdadera, sin espíritu, hecha de materia inanimada; y que resulta una especie de robot bajo control mental de otros seres.  Esto es, para nosotros, algo sumamente sugestivo.  En los pueblos germánicos lo que define a un hombre verdadero es el espíritu.  Con la expresión "golen" el Oera Linda puede estarse refiriendo a la "gente" o a los "pueblos" que, desde el punto de vista del cronista frisón, hayan sido percibidos como gente "sin alma".  Sobre estas curiosas anotaciones volveremos más adelante.  Conviene decir antes otras cosas en mérito a la inteligencia del relato.

La primera referencia que hace el Oera Linda de los golen les vincula de inmediato con los trowydas; y no habla de ellos en términos de un pueblo -como cuando se refiere a los krekalander (griegos) o finneses (finlandeses)- sino que les identifica como una casta sacerdotal, a quienes se les llama "trowydas" por ser falsos e hipócritas.  El texto dice clara y contundentemente que provenían de Sydon -probablemente la Sidón fenicia en el lejano Líbano, al norte de Palestina.  Este dato es de una importancia decisiva, pues sitúa en el mundo fenicio el hasta ahora desconocido origen de los celtas -celtas o galos como se les llamó indistintamente. El relato del Oera Linda dice que estos golen (o galos) llegaron primero a Missellja (presumiblemente Marsella, o una de las islas en el mediterráneo frente a sus costas) y la quisieron comprar. Entonces nadie advirtió el enorme error que con ello se cometía; y que sólo cuando los frisones fueron conscientes de esto dieron a esta Isla el nombre de Missellja, que significa precisamente "mal vendida"[1].  Esto es, también, por cierto, algo sumamente interesante.

Pero vayamos por parte. Según el Oera Linda los golen eran sacerdotes misioneros[2] de Sydón.  Este es un dato muy relevante.  Esta ciudad, fundada en el tercer milenio antes de Cristo, fue en sus orígenes una de los más importantes enclaves del mundo fenicio.  Comparable únicamente con Tiro, respecto de la cual era, de hecho, más antigua, Sidón fue, en los tempranos días de la fenicia primitiva, la ciudad más importante en toda la región norte de Palestina.  Si el Oera Linda tiene razón, y los golen eran en efecto sacerdotes de origen fenicio, queda establecido entonces, también, el origen fenicio de los druidas.  Esta es una cuestión importantísima; y de paso, una hipótesis de proporciones.  

Sobre el hecho que los golen eran fenicios el Oera Linda no deja lugar a dudas.  Lo dice y lo repite sin ambages en múltiples pasajes.  En uno de ellos, muy significativo, puede leerse lo que sigue:

"Los romanos, además, vivían en enemistad con los phonisjar (fenicios); y sus sacerdotes, los sacerdotes romanos, que deseaban asumir solos el gobierno del mundo, no podían soportar a los desagradables golen. Primero tomaron de los phonisjar Mis-sellja (Marsella) -y luego todos los países situados al sur, al oeste y al norte, así como también la parte sur de Britanja (Bretaña)- ahuyentando siempre a los sacerdotes phonisjar, esto es, a los golen, de entre los cuales miles buscaron refugio en el norte de Britanja"[3]

Y en otro pasaje, igualmente interesante, se lee:

"Los golen, como fueron llamados los sacerdotes misioneros de Sidón, se habían dado cuenta que la tierra estaba escasamente poblada y que ellos estaban lejos de la Volkmoder.  A fin de dejar una impresión favorable se hicieron llamar, en nuestra lengua, los "buscadores de la verdad"; pero mejor se hubieran llamado "inhibidores de la verdad", o en una forma más corta "Trjuwendne", como de hecho les llamó después nuestra gente de mar"[4]. 

Con esto queda establecido el verdadero origen de los golen (galos).  Y con ello, también, el origen de los trowydas (druidas).  Sobre los Kåltas (Celtas) el Oera Linda dice que eran de origen germánico, pero finalmente corrompidos por los golen.  Estas afirmaciones son corroboradas por la historiografía oficial si se las consulta debidamente.  Sabemos, por ejemplo, según esas fuentes, que los "galos" fueron conocidos originariamente como "celtas"; y que sólo a partir de los romanos fueron llamados "galos".   Los griegos llamaban "celtas" (keltoi - κελτοι) a todos los pueblos que, en su opinión, se hallaban "más allá" de alguna tierra por ellos conocida.   Así, los keltoi o "celtas" eran los pueblos que habitaban las regiones "más allá" de los Alpes, "más allá" de los Ligures, "más allá" de los pilares de hércules; "más allá" de la aurora boreal (de la que no sabemos por qué los griegos tenían noticias).  Esto llevó a que los griegos identificaran a los "celtas" con los hiperbóreos.  Y probablemente hayan tenido razón, si los "celtas" eran, como efectivamente pensamos, los pueblos germánicos que supervivieron de la desaparecida Âldland o Atlántida. 

Pero los golen eran otra cosa.  El Oera Linda nos dice que los golen llegaron a Europa instalándose primero en Missellja (Marsella), isla que habrían comprado.  No eran propiamente tal un pueblo, sino una casta de sacerdotes misioneros fenicios.  Sobre esto ya hemos dicho suficiente en las líneas precedentes.  Pero lo que no hemos dicho es como llegaron a identificarse con los kåltas (celtas).  El Oera Linda nos habla de una sacerdotisa llamada Syrhed quien gobernó en Flyburgt hacia el año 1600 antes de Cristo.  Era ésta una sacerdotisa de oscuros tratos, cuya rivalidad con Nyhellênja (Min-erva) le llevó a protagonizar una guerra.  El Oera Linda la describe como celosa, intrigante; pero dice también de ella que era bellísima y muy inteligente.  Sus consejos eran oscuros e incomprensibles; y por eso los marineros le llamaron Kålta. Odiaba a Min-erva porque ésta se ganaba siempre el favor de todos; y quería ser más que ella. Frustrada por no lograrlo se fue con los mâgjares para aprender trucos de brujería. Y cuando supo lo suficiente marchó con los golen; pero tampoco esto le dio resultado.  Enemistada también con Jon, el legendario rey del mar de Âlderga, sufrió los embates de éste cuando Flyburgt fue incendiada.  Ella logró huir; pero la lámpara[5] de su ciudad y algunas sacerdotisas quedaron bajo el poder de Jon.  En su escapada algunos pueblos de la región dominada por el río Escalda se le unieron.  Y la guerra entre Kålta y Minerva fue entonces más cruda que nunca.  Paralelamente a estos hechos algunos golen habían tomado sus embarcaciones y marchado por las costas del mediterráneo desde Missellja a Kâdik, y desde Kâdik a Brittanja.  Pero no pudieron influir en el gobierno de esta región, porque éste era fuerte y porque sus habitantes aun eran "Hijos de Frya".  El Oera Linda dice que Brittanja era entonces una Isla a la que eran enviados, en calidad de exiliados, todos los frisones que habían sido juzgados por delitos comunes o infracciones contras las leyes de Frya.  Allí debían pagar sus crímenes extrayendo hierro o estaño de las minas.  Eran, según nos cuenta el Oera Linda, una población relativamente numerosa.  A ellos se dirigieron primero los golen.  Pero nada pudieron hacer por influirles; pues pese a que eran exiliados allí seguían manteniendo su lealtad firme hacia al pueblo de Frya.  Entonces vino Kålta y los arengó; y les prometió grandeza y libertad si le seguían al continente, y le proclamaban como su Volkmoder.  Éstos hicieron lo que ella les dijo; y de ese modo Kålta se hizo con el gobierno de los Estados al sur de Friesland hasta el Sêjene (el río Sena).  En las regiones altas de estas tierras construyó una ciudad a la que llamó Kåltasburg (la actual Carnac británica en Francia)[6], desde la que gobernó como Volkmoder, pese a la férrea oposición de sus habitantes, que desde entonces fueron llamados "kåltas", es decir, habitantes de la ciudad de Kåltasburgt.  Los golen, entonces, dominaron Brittanja, que había quedado no sólo despoblada (con muy pocos habitantes frisones), sino, además, sin sacerdotisas ni lámparas verdaderas.  El Oera Linda lo dice del siguiente modo:

"Los golen gradualmente llegaron a tener el dominio sobre toda Brittanja.  Y esto fue así, porque, en parte, ya no había allí ninguna ciudadela; pero, también, porque ya no tenían ninguna Burgtmaagden. Y, en tercer lugar, porque sus lámparas no eran verdaderas. Por todo esto el pueblo dejó de aprender. Y llegaron a ser estúpidos y torpes. Y, habiendo permitido que los golen les robaran sus armas, fueron llevados por ahí como toros con un anillo en la nariz"[7].  

Fue así como los golen se hicieron fuertes en Brittanja y mil años después, aprovechándose de las querellas internas de los frisones por la elección de una nueva Êrêmoder, tomaron posesión de las tierras del continente y vencieron con facilidad a los debilitados (moralmente debilitados) hijos de Frya.  El relato frisón nos lo cuenta así:

"Después que Mâgy fue asesinado y el Fryasburg hubo sido restaurado se eligió una nueva Êrêmoder.  Mi madre fue la elegida, pero ella rechazó ser la Volkmoder (...) todas las otras sacerdotisas quisieron entonces ser la Volkmoder.  Cada Estado tomó partido por su propia Burgtmaagd y no cedieron en esto (...) Tales procedimientos acarrearon disputas entre los Estados y así se rompió el lazo que los unía.  La gente de un Estado llegó a sentir celos de la gente de los otros Estados, o, al menos, llegó a considerarlos como extranjeros.  A consecuencia de esto los golen o trowydas tomaron posesión de nuestras tierras hasta el Skelda y los mâgjares hasta el Wrsâra"[8].
 
Es probable, por estos hechos, que los golen se hayan establecido primero en Bélgica y luego en Francia. Después de todo, la colonia que mantenían en Marsella seguía existiendo. Posteriormente algunos grupos de ellos emigraron hacia los Alpes, instalándose en Suiza y luego en el norte de Italia.  La historiografía oficial nos dice que los galos eran un pueblo (o un conjunto de pueblos) extraordinariamente nómades, movedizos; de constante inmigración.  Esto calza a la perfección con lo que nos viene narrado en el Oera Linda.  También los pueblos fenicios eran asombrosamente movedizos.  En fin, habitando las regiones que de antaño habían sido ocupadas por los kåltas (celtas), los golen pudieron muy bien haberse confundido con ellos.  Y de hecho, el Oera Linda dice que los golen echaron a perder el lenguaje de los kåltas, muy probablemente porque se instalaron entre ellos.

Cuando los romanos llegaron a las regiones que los griegos decían estaban habitadas por celtas (keltoi), encontraron sólo golen, o kåltas corrompidos por los golen (al punto que, en su esencia, también ellos se habían transformado en golen).  Por eso les llamaron "galos" y no "celtas".  Esto explica por qué se les confunde; y explica, también, por qué hay, entre los druidas, cuya religión es eminentemente goliana (y por tanto, fenicia), tantos elementos discernibles de la proto-religión germánica (de ascendencia originalmente celta).  Así, según el Oera Linda, los golen de origen fenicio, apodados trowydas (literalmente "inhibidores de la verdad", esto es, "falsos"), habrían logrado corromper a los kåltas (celtas), dando lugar a una cultura monstruosa (el Oera Linda se expresa en estos términos de la religión de los golen-trowydas), que únicamente logró imponerse por las propias deficiencias y rivalidades internas (debilitamiento de la moral) de los propios frisones. 

La opinión que el Oera Linda tiene de los golen-trowydas es nefasta.  Los califica de embusteros y poco fiables; dados a hacer trucos (no ser honestos); mañosos y de oscuros tratos; proclives a vivir de la trampa, el engaño, la maña, el artificio, la traición.  Sólo para hacerse una idea de la visceralidad de estas opiniones leamos un pasaje del Oera Linda donde se describe de manera sumaria a los golen.  El pasaje está extraído del capítulo titulado "Los Golen", y en él se puede leer lo que sigue:

"Los golen celebraban todo tipo de festivales viles y monstruosos, los que eran promovidos por los habitantes de la costa, con sus mujeres lascivas y sus vinos dulces venenosos. Si alguno de los nuestros (de los kåltas) se comportaba de tal modo que pusiera su vida en peligro, los golen le proporcionaban un refugio y le enviaban a Phonisja (Fenicia)... Cuando se establecía allí, le hacían escribir a su familia, amigos y contactos, que el país era tan bueno y la gente tan feliz, que nadie podía formarse una idea de ello. En Brittanja hay muchos hombres, pero pocas mujeres. Cuando los golen supieron esto, llevaron allí niñas de todas partes y se las dieron a los britanos a cambio de nada.  Mas todas estas niñas servían a sus propósitos de robarle los niños a Wr-alda y dárselos a los dioses falsos"[9].

En otros pasajes el Oera Linda describirá con más detalles estas famosas celebraciones religiosas de los golen.  Demás está decir que ellas no descartan el sacrificio ritual y los derramamientos de sangre.  Todo esto, a los ojos de un frisón, resulta abominable.  De allí el uso de epítetos tales como "execrable" y "monstruoso" que dirigen a los golen.  Pero lo más relevante de todo esto no viene dicho del Oera Linda, aunque puede perfectamente deducirse de él.  Veamos.

Hay una famosa tradición vinculada con las leyendas del grial, según la cual, José de Arimatea, un rico dignatario judío de la época de Jesús, llegó a Marsella con María, Marta y Magdalena, portando un extraño objeto del que se dice contenía la sangre del nazareno.  ¿Por qué a Marsella? ¿Qué tenía Marsella de interesante como para que estos fugitivos del cristianismo llegasen allí? ¿Qué ocultos vínculos les unían a los golen?  La tradición dice que luego de permanecer allí un tiempo José de Arimatea llevó el Grial a Bretaña.  ¿Por qué a Bretaña? ¿Qué había en Bretaña que no hubiera en ningún otro lugar del mundo?  Según el Oera Linda Marsella y Bretaña eran justamente los dos únicos lugares en el planeta donde los golen dominaban más extensamente el país, a través de sus sacerdotes (o trowydas -druidas).  El origen de la presencia de los druidas en la Isla se pierde en la noche de los tiempos.  Sólo sabemos que ya estaban allí hacia el siglo VIII o VII antes de Cristo, y que también había druidas en Francia y otras partes de Europa -e incluso los había en la Galacia turca.  Esto último es también relevante, toda vez que sabemos que Pablo de Tarso, el fundador del cristianismo, se dirigió también allí, como a una de sus regiones preferidas, donde buscó convertir a los Galatas.  ¿Es preciso explicar que los Galatas eran Galos (golen) emigrados del centro de Europa a Anatolia en el Asia Menor (Turquía)?  ¿Por qué Pablo se dirigió a ellos?  Lo ignoramos.  Pero nos sugestiona pensar en la sincronía que hay entre estos dos emisarios del cristianismo; y su predilección por llevar su mensaje (el Grial, en el caso del primero) a regiones habitadas de antaño por galos (golen) y trowydas (druidas).

Si todo esto tiene asidero y el Oera Linda es un texto auténtico cabe reparar también, entonces, sobre las tergiversaciones de la historia del grial, convertido en el mundo celta (goliano-druidiano) en la copa de Jesús; y rescatado para el mundo germánico como la piedra caída de la corona de Lucifer por el muy insigne poeta alemán Wolfram von Eschenbach.  Pero también la historia del Cristo podría ser perfectamente un mito pagano (de ello existe hoy abrumadora evidencia), manipulado por los golen; y confundida, cuando no mezclada, con las historias de un oscuro predicador de galilea.  Todo esto es posible y probable.

Antes de cerrar nuestro capítulo sobre los golen quisiéramos retomar brevemente una idea abierta al inicio de esta exposición.  Allí dijimos que la palabra "golen" puede hallar su etimología en el vocablo "golem", que significa "creatura sin alma" (esto es, ser "sin-forma", creado artificialmente de la materia inanimada, sin espíritu).  Desconocemos el origen de la palabra.  Ignoramos, también, si entre los galos (o golen) fue éste un endónimo; o si recibieron este nombre de otros, pero ellos no se llamaban así.  El Oera Linda no aclara nada al respecto.  Pero si este fuera un exónimo (aun cuando la palabra haya podido ser originalmente goliana), y hubieran sido llamado así por los frisones, resulta interesante entonces, también, advertir, en el eco de la palabra, el pensamiento más profundo que éstos, los frisones, tuvieron que haberse formado de ellos.  Esto es una especulación: qué duda cabe.  Pero es una especulación interesante, sobre todo, si se tiene en cuenta lo que los cronistas frisones se animan expresamente a decir sobre los golen, los galos y los druidas.



[1] La etimología de la palabra "Missellja", como bien lo ha sugerido Wirth, se halla en la conjunción de las palabras "mis" y "sellja".  "Mis" es un prefijo que en frisón, lo mismo que en inglés, se usa para negar o significar lo contrario a la palabra raíz que acompaña. Ejemplo: "Misspell" (deletrear mal), "Misbehave" (mal comportarse), "Miscount" (equivocarse en un cálculo); "sellja" en frisón antiguo significa "venta" o "vender" (como en inglés "sell").  De allí entonces que la etimología de la palabra "Missellja" sea "mal vendida" o "vendida por error".  Es interesante apuntar que la palabra alemana para "vender" es "verkaufen", la que en un sentido figurado puede significar también "engaño".
[2] Llama poderosamente la atención que el texto utilice la expresión "misioneros" para referirse a estos sacerdotes de Sidón.  El perfil misional calza a la perfección con lo que conocemos de los cristianos, pero no con lo que sabemos de los pueblos europeos antes de la llegada del cristianismo.
[3] Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Fragmento".  Los paréntesis, las cursivas y el subrayado son nuestros.
[4] Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Los Golen".  Las cursivas y el subrayado son nuestros.
[5] En la creencia frisona que se transparenta en el Oera Linda la posesión de una lámpara encendida con las llamas de la Lámpara original que está en Texland garantiza la supervivencia de un pueblo, de una nación y una ciudad.  Sin su presencia nada tiene valor; nada es considerado verdadero.  Al perder la lámpara de Flyburgt Syrhed se vio condenada a ser una sacerdotisa no de verdad; y por tanto, ni sus consejos, ni sus visiones, tendrían asidero.
[6] Esta ciudad era conocida en la época del cronista del Oera Linda como Kêren-åk, y se corresponde con la actual ciudad de Carnac en Francia, famosa por sus construcciones megalíticas, particularmente por sus menhires.
[7] Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "La Historia de Jon". 
[8] Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "El Primer Escrito". 
[9] Oera Linda, versión castellana de Hyranio Garbho, capítulo: "Los Golen".