sábado, 17 de mayo de 2014

Miguel Serrano y la Tradición Bosquiana


Por Hyranio Garbho

Al Señor Carson Obendorfer,
quien motivó que escribiera sobre estos asuntos


Hace un tiempo atrás uno de mis contactos en redes sociales sugirió la posibilidad que la Obra de Miguel Serrano estuviera inspirada en la tradición bosquiana.  Se amparaba para ello en un artículo publicado hace algunos años atrás por mi amigo y camarada Ariel Perelmann.  Debo confesar que antes de esa publicación jamás me importó mucho indagar sobre ese asunto.  Mucha gente me lo preguntó muchas veces.  Pero entonces nunca vi la relevancia ni la necesidad de resolverlo.  El Post de Obendorfer, a quien no conozco personalmente, reavivó en mí la duda sobre estas materias.  Y contrario sensu a lo que había sido hasta ahora mi conducta general sobre el tema, ésta vez sí creí necesario pronunciarme sobre la relación o vínculo que existió entre el bosquianismo y don Miguel Serrano.

Para decirlo en pocas palabras y en interés que nadie se mueva posteriormente a confusión valga aclarar de entrada que don Miguel, hasta donde yo puedo certificarlo, no fue bosquiano.  ¿Conoció algo sobre la filosofía del bosque?  Hasta donde yo puedo decirlo sé que se enteró por nuestro propio testimonio de la existencia de grupos y comunidades que abrazaban esta filosofía.  De hecho, hace poco más de diez años, personalmente, conduje a un grupo de muchachos bosquianos a conocerle.  La anécdota ha sido relatada por mi infinidad de veces en otras partes.  Pero más allá de eso, hasta la fecha, nunca pude persuadirme de que don Miguel conociera más del bosquianismo que lo que nosotros mismos (Perelmann, van Drakk y otros) habláramos con él en su oportunidad.

Hace poco retomé el contacto con uno de mis antiguos maestros que lo conociera y lo tratara más personal y cercanamente.  Me vino a la mente la sugerencia de Oberndorfer y le pregunté: "¿Sabe usted algo acerca de si don Miguel conoció de fondo la filosofía bosquiana y ésta le influenció en algún modo?".  La respuesta de mi Maestro fue categórica.  "No, no lo sé... pero no dejan de ser curioso en él ciertas asuntos que sólo un bosquiano podría haberlos conocido".  ¿Cuáles son esos misteriosos asuntos?   He aquí que paso a detallar cuestiones mistéricas, hasta hoy privativas de la comunidad bosquiana, que sugieren peligrosamente un vínculo entre don Miguel y nuestra filosofía, más allá de lo que nosotros estuvimos en condiciones de advertir en su momento.  Aclaro, de entrada, que el que sigue será un terreno puro de la especulación.  Y que las cosas que adelanto aquí no deben abandonar nunca el territorio de lo probable, lo posible, lo sugestivo.

1. El tema de Elella y el Amor Mágico.

En las Bodas de Arkhana, la Biblia Bosquiana, se puede leer lo que sigue:

"Antes del inicio de todo fue NOTH, el Destino.  Luego NOTH se desdobló y así surgió EH.  EH era el doble de NOTH, la materialización de su astral, su espejo.  NOTH era invisible y EH era visible.  Pero NOTH tenía también una parte visible; del mismo modo que EH tenía una parte invisible.  NOTH y EH contrajeron nupcias (he allí las Bodas de Arkhanen); y aquello fue el comienzo de la manifestación".



Para quienes hemos seguido la obra secreta de don Miguel Serrano, la interpretación en clave esotérica de lo que él expusiera en forma exotérica y pública, no cabe duda alguna, ni asombro, ni margen de error, respecto de la relación que une este pasaje de Las Bodas de Arkhanen con su idea del Elella (y posteriormente su idea del NOS) magistralmente expuestas en sus libros del Amor Mágico y la Resurrección.   Las Bodas de Arkhanen, el NOTHEH de la nupcia que anuncia la manifestación (la proyección del astral del otro plano, del universo paralelo en este universo), es el Elella del Amor Mágico de Serrano.  NOTHEH, Noth y Eh, es ELELLA, El y Ella.   Esto se ilumina todavía más y mejor si atendemos a este otro pasaje extraído también de Las Bodas de Arkhanen:

"NOTH y EH tuvieron dos hijos, según que se dejaran ver o que se ocultaran.  HAG nació de la luz que se dejó ver.  GIB, de la luz que se ocultó.  GIB vino al mundo antes que HAG, pues la oscuridad siempre fue anterior a la luz -mas lo que es oscuro (de verdad) siempre busca la luz.  De GIB surgió la raza de los Gotten; HAG fue el padre de los Haggen".



HAG y GIB son NOS en su aspecto visible e invisible (manifestado e inmanifestado).  En esencia la obra de Serrano plantea, en este punto, lo mismo que las Bodas de Arkhanen y la filosofía bosquiana.  Serrano buscó darle nombres castellanos (Elella= El y Ella; Nos = Nosotros) a esta realidad inefable que en las Bodas de Arkhanen se presenta bajo el ropaje del símbolo rúnico y la lengua kálica de los orígenes.  Pero en esencia se trata de lo mismo -aunque, por cierto, de un modo mucho más profundo y complejo que lo que puedo presentarlo acá.  Este es el primer dato que pongo a disposición para tentar un posible paralelo entre la obra de Serrano y la filosofía bosquiana.

2. Sigman, el nombre iniciático de Serrano.

De antaño es costumbre en la filosofía bosquiana, por lo menos para aquellos iniciados en el Segundo y Tercer Grado de la Tradición, adoptar un nombre rúnico o kálico.  Ese nombre puede surgir tomando en consideración un aspecto del iniciado, o ser sencillamente las iniciales del nombre civil de éste.  Por ejemplo, si un iniciado considerase que dos atributos cualesquiera como el "valor" y la "palabra" son representativos de lo que él es, puede reclamar para sí, para su nombre, las runas respectivas que representan estos dos atributos.  En el caso que ponemos, estas runas son la runa TYR representativa del Valor, la Valentía; y la runa OS, representativa de la Palabra, la elocuencia, el arte de saber hablar.  Así, el futuro iniciado podrá llamarse así mismo OSTYR, que significa que "tiene valor" y que "sabe hacer uso de la palabra". 

El nombre iniciático de don Miguel era Sigman.  Esto me lo confesó mi Maestro.  Sigman resulta de la combinación de las runas SIG y MAN y significa el "Triunfo del Hombre". Pero don Miguel Serrano eligió ese nombre iniciático no exclusivamente por este significado, sino, más bien, porque estas runas representan las iniciales de su nombre civil.  SIG, cuyo valor literal es "S" representa su apellido "Serrano"; y MAN, cuyo valor literal es "M" representa su nombre "Miguel".




El nombre Miguel Serrano fue siempre significativo para don Miguel.  En el Último Avatara hace algunas referencias a esto, cuando dice que su nombre "Serrano", significa "de las Sierras", esto es, de la Tierras con Cumbres, Montes, Cerros y Montañas. 

La SIGMAN no es una runa, es una Kala.  Las Kalas son Iroglif que, en cuanto sistema de escritura, son incluso anteriores a las Runas.  Entre las tradiciones herméticas conocidas sólo la tradición bosquiana ha utilizado kalas.  Es cierto que los ariosofistas, muy emparentados con el bosquianismo, también utilizaron kalas, pero lo hicieron muy esotérica y limitadamente. 

La utilización, por parte de don Miguel, de una "kala" para representar su nombre difícilmente le pudo haber llegado de otra parte que no fuera la tradición bosquiana.  Y por eso, dejo en consideración de todos este segundo dato que ilumina todavía más cuál pudo haber sido el vínculo secreto entre don Miguel y el bosquianismo.

3. El Misterio del Doppelgänger

No insistiré mucho sobre este punto, toda vez que creo haberlo tratado in extenso en otro artículo sobre el Enigma de Rudolf Hess.  Sólo añadiré aquí que la leyenda del duplicado de Hess partió de las comunidades bosquianas y que sólo pudo haber sido de éstas que don Miguel extrajera la noticia.  Es cierto que en su libro dedicado al tema, don Miguel cita dos fuentes bibliográficas autónomas, pero no es menos cierto, también, que al final del asunto, sus noticias sobre la posibilidad alemana de duplicar seres humanos arranca de una información proveída a él, en 1966, una fría noche de Austria, por un supuesto ingeniero de las armas secretas de Hitler. 

He dicho en otras partes que ese "supuesto" ingeniero no pudo ser otro que Alexander Langsdorff, que no era "ingeniero", sino "arqueólogo", y que la información que proveyó a Serrano no fue la de la duplicación material de los individuos, sino otra muy distinta, nacida de una ciencia y un conocimiento todavía superior, en la que la duplicación se entiende como una proyección natural del astral en este plano, lo que incide en una réplica idéntica de sí -réplica todavía más auténtica que el original. 

Con todo, posible o no, real o ficticio, lo que está en juego aquí es de dónde obtuvo Miguel Serrano esa información.  No pudo ser del libro de Hugh Thomas El Asesinato de Rudolf Hess porque allí no se habla jamás ni de duplicación, ni de proyección del astral.  El libro de Thomas insiste en la tesis del plagio.  Según él, el verdadero Hess fue asesinado y plagiado antes incluso de abordar su monomotor con destino a Escocia.  Todo habría sido el resultado, finalmente, de una peripecia conspirativa nazi. 

La otra fuente de don Miguel, el libro de Picknett, Prince y Prior, publicado en 2002, aunque sí habla de la duplicación, sitúa ésta como el prodigio o resultado del genio inglés (mezclado, eso sí, con ingenieros alemanes, ingenieros "anti-hitleristas" alemanes), y no vio la luz sino sólo a comienzos del siglo XXI.  Ahora, quienes conocimos a don Miguel, sabemos que éste había incubado la idea de la duplicación de Hess mucho antes de la aparición de este libro; y no sólo del duplicado de Hess, también el de Hitler, Bormann, y cuantos otros.  Por lo que, aunque culminó hablando de "duplicados" en la línea de lo planteado por Picknett, Prince y Prior, la idea la extrajo mucho tiempo antes y arranca de su encuentro original con Langsdorff -el supuesto quiosquero- esa fría noche de Austria.

4. Los Servi et Ancillæ Atlantis, los Esclavos de la Atlántida

En las Bodas de Arkhanen se narra una historia curiosa.  El "Hombre" (el "aryo" o "ario" renacido) es un Homo Stellarvm, esto es, un Hombre de las Estrellas.  Llegado a estos confines del universo y en posesión de la ciencia de la duplicación (la misma que Serrano imputa a los alemanes) fabricaron duplicados humanos perfectos, dotados de inteligencia y razón, pero no de alma (ni de espíritu) para que se aplicaran a las labores domésticas.  Eran robot biológicos que en las Bodas de Arkhanen reciben el nombre de Sklaven der Insel (Esclavos de la Isla).  Son los Esclavos de Thule que Serrano llamaba los Esclavos de Atlántida.  No era ésta una expresión alegórica o simbólica.  Era una expresión literal.  Hubo esclavos en la Atlántida y éstos fueron creados a imagen y semejanza del hombre.  "Semejanza" quiere decir allí que no eran iguales, sino "parecidos".  No eran "iguales" pues les faltaba el "alma" -en lenguaje bosquiano, les faltaba "äthion", o lo que Jörg Lanz llamaba "Elektron" divino.  Pero he aquí que sucedió algo trágico.  Los arkhanen, deslumbrados por la belleza de estas creaturas de los hombres pecaron con ellas (se mezclaron con ellas), y de allí surgieron los humanos, mitad arkhanen (divinos), mitad robot biológicos (Seres sin alma, sin äthion, sin Elektron Divino; en una palabra Seres Elementales -Elementarwesen). 

Una historia similar nos viene narrada en el libro de Enoc, en el capítulo sobre la rebelión de los ángeles.  Los ángeles miraron hacia la tierra y vieron a las hijas de los hombres y yacieron con ellas.  En el marco de las Bodas de Arkhanen constituye éste un pecado racial.   Los nacidos de ello, los humanos, sólo pueden alcanzar su divinidad estropeada por la mixtura en la iniciación.   El primero en lograrlo es un avatar de Mundelfori llamado Aryo (quien renace en la palabra -el verbo).  Pero hay seres cuya composición telúrica pesa más que su composición divina, äthionica.  Son los que Serrano llama descendientes de los esclavos de la Atlántida.  Pero ¿de dónde sacó Serrano esta idea? ¿De dónde advino a él?  Fuera de Jörg Lanz, para quien Aryo es Cristo, no conozco ninguna otra tradición que no sea la bosquiana que narre estos hechos de este modo, y que se sirva de la misma expresión.  La idea de los Elementarwesen, de los seres sin äthion que pueblan la Thule de los orígenes, creados a imagen y semejanza del hombre, es una idea bosquiana.   De hecho Jörg Lanz la tomó precisamente de su vínculo con los miembros de la Sociedad List, entre quienes se contaba Ernst Lauterer, el iniciador del bosquinismo visible.

Estos cuatro puntos tratados aquí, en interés de hacer luces sobre el vínculo que pudo unir a Serrano con la filosofía del bosque, son sólo algunos de las múltiples conexiones que realmente existen entre este maestro chileno y la tradición bosquiana.  La verdad de esta relación no se agota en ellos y da para muchas otras reflexiones.  En lo que a mi respecta, espero haber contribuido con esto a iluminar las dudas de todos quienes no tenían claro, y no lo han tenido hasta ahora, el marco de las influencias mutuas que pudieron determinar una obra y otra.  Queda, para la posteridad, indicar un camino todavía más lúcido y definitivo.

NOTA APARTE:

**La doble NOTH (o duplicación de Noth en el otro plano del acontecer) se refleja en este plano -es decir, tiene su correlato en esta dimensión- en la doble EH (o duplicación de la Eh en este plano).  Es por ello que el Templo de la Nueva Thule supone un Sol Interior o Sol Negro (Schwarzsonne) rodeando una doble EH, en señal del Reino de Thule que deberá surgir en este mundo, en el dominio de esta realidad.