Las migraciones de los magiares y finlandeses
por Hyranio Garbho
En las crónicas del Oera Linda hay una infinidad
de relatos que si tuviéramos que contrastarlos con la historia oficial nos
llevaríamos más de una sorpresa. La
mayoría de estas narraciones están hechas al margen; y en muchos casos no van
más allá de una línea. Todas ellas pueden invocarse irrefutablemente en favor
de la autenticidad del libro. Su tenor
es muy similar al discutido antes en el análisis de las cartas. Se trata de
minúsculas anotaciones que no pudieron haber sido registradas por alguien que
no fuera testigo directo de los hechos que narra. El patrón común en todas es que son
coherentes con la historia; y en una medida de esa coherencia, altamente
probables. Uno de estos apuntes en el
Oera Linda atañe a las migraciones de los así llamados "hijos de
Finda". El texto llama así
indistintamente a los pueblos de raza amarilla.
De ellos dice textualmente que no se atrevían a cruzar el amplio
Twisklând -esto es, la Europa Central- porque estaba plagado de densos bosques
y fieras salvajes[1]. Estos relatos se corresponden con una
descripción de la Edad Dorada en los tiempos antiguos. Pero luego vino la época que siguió a la
catástrofe del hundimiento de Âldland.
El texto la describe como los "Malos Tiempos", y habla de una
serie de transformaciones del clima y la situación geográfica de la
región. Entre ellas la catástrofe trajo
aparejada la desaparición completa de los densos bosques que poblaban la Europa
Central; lo que redundó en la consecuente desaparición de los animales que dependían,
para su subsistencia, de esos bosques.
Sin éstos, y sin la densidad de los bosques de antaño, el camino para el
avance hacia las regiones más septentrionales de Europa quedó plenamente
accesible. En el Oera Linda las
migraciones de los hijos de Finda (magiares y finneses) se produce consecuentemente
después del hundimiento de Âldland, lo que es coherente con el relato
anterior. Estas debieron tener lugar
hacia el año 2090 antes de la Era Común, es decir, poco más de cien años
después de la gran catástrofe. Una
evidencia histórica que habla en favor de estas migraciones es la presencia, en
estas regiones, de las lenguas ugrofinesas.
Estas lenguas son consideradas hoy una sub-rama de las lenguas urálicas,
en cuyo origen se halla precisamente el magiar.
[1] El
texto dice: "A un lado el límite era el Mar de Wr-alda,
que nadie, excepto nosotros, podemos o podíamos navegar; al otro lado estábamos
limitados por el amplio Twisklând, el que los Hijos de Finda no se atrevían a
cruzar a causa de los densos bosques y las fieras salvajes" Oera
Linda, Versión castellana de Hyranio
Garbho, capítulo "Escrito en
Todos los Burgos".
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