viernes, 12 de agosto de 2011

La Gnosis Siria


(Para una investigación en curso)

Dentro de la gnosis siria, los principales representantes fueron Simón el Mago y el también samaritano Menandro, Satornil en Antioquía, Cerinto en Asia Menor, Cerdón en Siria, y los ofitas. El gnosticismo del siglo II, que conocemos gracias a Simón el Mago y que se desarrolló en Siria, parece estar fuertemente marcado por influencias hebraicas y orientales. Entre sus corrientes, algunas pertenecen al judaísmo, sin el elemento cristiano; otras, pasaron de una religión a su continuadora. La gnosis judaica de finales del siglo I y principios del siglo II se podría encuadrar en este apartado. No sabemos mucho de ella, pero sí podemos afirmar que era un movimiento de interpretación esotérica de los textos sagrados. La herejía (minuth) se manifestó en la distinción entre el Dios supremo y un demiurgo. Los cultos semitas fueron retomados o reinterpretados, en sus manifestaciones como el culto a la Gran Madre o principio femenino. Por otro lado, no solían incluir elementos de la filosofía clásica. El "Evangelio de Eva" y la "Pistis Sofía" están marcados por la influencia hebraica y multiplican las entidades secundarias, antepasados de los múltiples ángeles y demonios de la Cábala.

A esta corriente pertenece el "Evangelio de Tomás", de carácter encratita (ascético y antisexual). Postula la necesidad de conocer la verdadera identidad de Jesús, el conocimiento de sí mismo y, como consecuencia, el rechazo del mundo; la superación de la dualidad y el acceso a la unidad; el rechazo de la carne y el elogio de la soledad (encratismo- monaquismo); el desprecio a la religiosidad ordinaria. Se aprecia influencia de los textos de la sabiduría del judaísmo helenista. También se adscriben el "Apócrifo de Juan" (de Nag Hammadi) y el "Evangelio de María".

DOSITEO

Según HEGESIPO, uno de los cinco fundadores de sectas del área bíblica. Según ORÍGENES se proclamó mesías e insistió en la observancia del sábado. Samaritano, discípulo de Juan Bautista y maestro de Simón, que le sucedería en la jefatura del grupo, según las HOMILÍAS PSEUDOCLEMENTINAS. Dice ORÍGENES que en su tiempo los dositeanos eran una treintena, pero, señala J. Montserrat, aún se les menciona en el siglo X.

SIMON EL MAGO

Alrededor del año 40 ejerció proselitismo en Samaría. Citado en los "Hechos de los apóstoles" (cap. 8,9 y ss.) se dice que había ganado un gran número de adeptos practicando la magia en la ciudad de Samaria, diciendo de sí mismo que era un gran poder: "El poder mismo de Dios, el que llaman el Grande". Según ABRAHAN ECCHELLENSE, sus seguidores eran magos profesionales y llevaban pendientes del cuello hilos de color morado y rosáceo "en señal de pacto hecho con el diablo". Habrían escrito un evangelio en cuatro partes llamado "Libro de los cuatro rincones y quicios del mundo". Para IRENEO sería precursor de los valentinianos, autor de escritos teológicos heterodoxos tanto para el judaísmo como el cristianismo. HIPOLITO reproduce parte de la "Apóphasis Megále", escrito atribuido a Simón (en Refutatio VI 9-18). Este texto sería un escrito canónico de la secta. Según JUSTINO, Simón recibía culto como "Protos theós" (Primer Dios), igual que Zeus. Su acompañante Helena, a la que habría sacado de un prostíbulo, sería el "primer pensamiento" del dios Simón. En su doctrina el dios supremo Esmun, tenía a Helena como acompañante. Tras ser liberada por Simón, hijo de Esmun, ésta ascendía al cielo con él. Según IRENEO (Adversus Haereses, I 23, 1, 2, 3 y 4) Simón tenía un sistema trinitario y una angelología muy desarrollada.

MENANDRO

Según JUSTINO era samaritano, mago y discípulo de Simón. Su área de actividad sería Antioquía. Se presentaba a sí mismo como Salvador y administraba a sus fieles un bautismo que confería la inmortalidad (según él, claro está). Afirmaba la trascendencia de Dios y que la creación era obra de los ángeles.

CERINTO

De origen judío, según él mismo discípulo de Simón el Mago. Provenía de la comunidad judía de Alejandría (según EPIFANIO), predicó primero en Israel y luego pasó a Asia Menor (Antioquía). Se adhirió al movimiento cristiano sin abandonar el judaísmo, manteniendo la naturaleza sólo humana de Jesús y oponiéndose a la vertiente paulina. Su actividad se situaría en época de Domiciano (principios del siglo II). No se conocen escritos suyos. Sus seguidores serían afines a los ebionitas (según IRENEO) y sobrevivían en el siglo V (testimonio de GENADIO). J. Montserrat señala que habría sido el primer teólogo judío que enseñó la distinción entre Dios supremo y Dios creador (sin constar si identificó a éste último con Yavé). Profesaba el docetismo, tendencia que tomaba a Jesús como simple apariencia, negando por ello la realidad de la encarnación. Esta es la reseña de Ireneo:

"Un tal Cerinto, en Asia, enseñó la siguiente doctrina. No fue el primer Dios el que hizo el mundo, sino una potencia separada por una distancia considerable de la suprema potencia, que está por encima de todas las cosas y que ignora al Dios que está por encima de todo. Jesús no nació de una virgen, porque esto le parece imposible, sino que fue el hijo de José y de María por una generación semejante a la de todos los hombres y destacó sobre todo por la justicia, la prudencia y la sabiduría. Después del bautismo, Cristo, viniendo de al lado de la suprema potencia que está por encima de todas las cosas, bajó sobre Jesús en la forma de una paloma; fue entonces cuando ese Cristo anunció al Padre desconocido y realizó milagros; luego, al final, se marchó volando de nuevo de Jesús; Jesús sufrió y resucitó, pero Cristo permaneció impasible, dado que era espiritual." (IRENEO DE LYON, Adv. haer., I, 26,1.)

SATORNIL

Antioqueno, hacia el año 130. Fue maestro de Basílides y de Cerdón, y consideraba al dios del Antiguo Testamento como el genio del mal, el "principe" de este mundo malo.

LOS OFITAS

Los ofitas eran una secta judía o sirio-alejandrina, posteriormente cristianizada, que pretendía estár vinculada a la tribu hebraica de Dan. Algún autor ha señalado que se tratara de un grupo de terapeutas que, como otros judíos gnósticos, se unieran al cristianismo tras las derrotas de los mesianistas en el 70 y el 115.

Los ofitas decían que su secta había sido fundada por un cierto Akember. Una vez cristianizados, recibieron influencias del simonismo samaritano y el valentinismo. Tenían una angelología muy desarrollada, basada en la hebrea, pero reinterpretada (testimonio de ORIGENES, "Contra Celso", VI, 30-31"). Su símbolo de culto era la serpiente (en griego "ophis"), identificada con el arcángel Rafael. Serían precursores de los luciferinos: la serpiente bíblica sería el Logos, mensajero del Dios de luz, que aportó la gnosis salvadora pese a la oposición del malvado demiurgo. Algunos han señalado el posible despecho que encerraría esta postura: tras las derrotas de los mesianistas en su combate contra los romanos, muchos judíos gnósticos se aproximarían a una distinción entre el Dios creador malo (que habría hecho el cuerpo) y el dios paternal bueno, del que procedería el espíritu. Habría un principio divino masculino (el Logos) y otro femenino, Prunikos, que engendró al primer hombre. En la encarnación de Cristo también habría dos principios engendradores: Cristo, el espíritu (ennoia) del padre unido a su hermana Sabiduría (sofía) en la tierra. Ambos encarnaron a Jesús, después de cuya muerte se retirarían de su cuerpo para volver a su origen, cerca del Padre.

LOS BARBELO-GNOSTICOS

Sus dirigentes serían de origen Sirio. Rendían culto a Barbêlo, entidad femenina que encarnaba los atributos de Sofía (Sabiduría), madre, virgen, prostituída; espíritu primordial, cerca del Dios supremo, presentada a menudo como andrógino. Importaron los ritos de Astarté y de la diosa madre. 

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