(Para una investigación en curso)
Dentro de la gnosis siria, los principales representantes fueron Simón el Mago y el también samaritano Menandro, Satornil en Antioquía, Cerinto en Asia Menor, Cerdón en Siria, y los ofitas. El gnosticismo del siglo II, que conocemos gracias a Simón el Mago y que se desarrolló en Siria, parece estar fuertemente marcado por influencias hebraicas y orientales. Entre sus corrientes, algunas pertenecen al judaísmo, sin el elemento cristiano; otras, pasaron de una religión a su continuadora. La gnosis judaica de finales del siglo I y principios del siglo II se podría encuadrar en este apartado. No sabemos mucho de ella, pero sí podemos afirmar que era un movimiento de interpretación esotérica de los textos sagrados. La herejía (minuth) se manifestó en la distinción entre el Dios supremo y un demiurgo. Los cultos semitas fueron retomados o reinterpretados, en sus manifestaciones como el culto a la Gran Madre o principio femenino. Por otro lado, no solían incluir elementos de la filosofía clásica. El "Evangelio de Eva" y la "Pistis Sofía" están marcados por la influencia hebraica y multiplican las entidades secundarias, antepasados de los múltiples ángeles y demonios de la Cábala.
Dentro de la gnosis siria, los principales representantes fueron Simón el Mago y el también samaritano Menandro, Satornil en Antioquía, Cerinto en Asia Menor, Cerdón en Siria, y los ofitas. El gnosticismo del siglo II, que conocemos gracias a Simón el Mago y que se desarrolló en Siria, parece estar fuertemente marcado por influencias hebraicas y orientales. Entre sus corrientes, algunas pertenecen al judaísmo, sin el elemento cristiano; otras, pasaron de una religión a su continuadora. La gnosis judaica de finales del siglo I y principios del siglo II se podría encuadrar en este apartado. No sabemos mucho de ella, pero sí podemos afirmar que era un movimiento de interpretación esotérica de los textos sagrados. La herejía (minuth) se manifestó en la distinción entre el Dios supremo y un demiurgo. Los cultos semitas fueron retomados o reinterpretados, en sus manifestaciones como el culto a la Gran Madre o principio femenino. Por otro lado, no solían incluir elementos de la filosofía clásica. El "Evangelio de Eva" y la "Pistis Sofía" están marcados por la influencia hebraica y multiplican las entidades secundarias, antepasados de los múltiples ángeles y demonios de la Cábala.
A esta corriente pertenece el "Evangelio de
Tomás", de carácter encratita (ascético y antisexual). Postula la
necesidad de conocer la verdadera identidad de Jesús, el conocimiento de sí
mismo y, como consecuencia, el rechazo del mundo; la superación de la dualidad
y el acceso a la unidad; el rechazo de la carne y el elogio de la soledad
(encratismo- monaquismo); el desprecio a la religiosidad ordinaria. Se aprecia
influencia de los textos de la sabiduría del judaísmo helenista. También se
adscriben el "Apócrifo de Juan" (de Nag Hammadi) y el "Evangelio
de María".
DOSITEO
Según HEGESIPO, uno de los cinco fundadores de
sectas del área bíblica. Según ORÍGENES se proclamó mesías e insistió en la
observancia del sábado. Samaritano, discípulo de Juan Bautista y maestro de
Simón, que le sucedería en la jefatura del grupo, según las HOMILÍAS
PSEUDOCLEMENTINAS. Dice ORÍGENES que en su tiempo los dositeanos eran una
treintena, pero, señala J. Montserrat, aún se les menciona en el siglo X.
SIMON EL MAGO
Alrededor del año 40 ejerció proselitismo en
Samaría. Citado en los "Hechos de los apóstoles" (cap. 8,9 y ss.) se
dice que había ganado un gran número de adeptos practicando la magia en la
ciudad de Samaria, diciendo de sí mismo que era un gran poder: "El poder
mismo de Dios, el que llaman el Grande". Según ABRAHAN ECCHELLENSE, sus
seguidores eran magos profesionales y llevaban pendientes del cuello hilos de
color morado y rosáceo "en señal de pacto hecho con el diablo".
Habrían escrito un evangelio en cuatro partes llamado "Libro de los cuatro
rincones y quicios del mundo". Para IRENEO sería precursor de los
valentinianos, autor de escritos teológicos heterodoxos tanto para el judaísmo
como el cristianismo. HIPOLITO reproduce parte de la "Apóphasis
Megále", escrito atribuido a Simón (en Refutatio VI 9-18). Este texto
sería un escrito canónico de la secta. Según JUSTINO, Simón recibía culto como
"Protos theós" (Primer Dios), igual que Zeus. Su acompañante Helena,
a la que habría sacado de un prostíbulo, sería el "primer
pensamiento" del dios Simón. En su doctrina el dios supremo Esmun, tenía a
Helena como acompañante. Tras ser liberada por Simón, hijo de Esmun, ésta
ascendía al cielo con él. Según IRENEO (Adversus Haereses, I 23, 1, 2, 3 y 4)
Simón tenía un sistema trinitario y una angelología muy desarrollada.
MENANDRO
Según JUSTINO era samaritano, mago y discípulo de
Simón. Su área de actividad sería Antioquía. Se presentaba a sí mismo como
Salvador y administraba a sus fieles un bautismo que confería la inmortalidad
(según él, claro está). Afirmaba la trascendencia de Dios y que la creación era
obra de los ángeles.
CERINTO
De origen judío, según él mismo discípulo de Simón
el Mago. Provenía de la comunidad judía de Alejandría (según EPIFANIO), predicó
primero en Israel y luego pasó a Asia Menor (Antioquía). Se adhirió al
movimiento cristiano sin abandonar el judaísmo, manteniendo la naturaleza sólo humana
de Jesús y oponiéndose a la vertiente paulina. Su actividad se situaría en
época de Domiciano (principios del siglo II). No se conocen escritos suyos. Sus
seguidores serían afines a los ebionitas (según IRENEO) y sobrevivían en el
siglo V (testimonio de GENADIO). J. Montserrat señala que habría sido el primer
teólogo judío que enseñó la distinción entre Dios supremo y Dios creador (sin
constar si identificó a éste último con Yavé). Profesaba el docetismo,
tendencia que tomaba a Jesús como simple apariencia, negando por ello la
realidad de la encarnación. Esta es la reseña de Ireneo:
"Un tal Cerinto, en Asia, enseñó la siguiente
doctrina. No fue el primer Dios el que hizo el mundo, sino una potencia
separada por una distancia considerable de la suprema potencia, que está por
encima de todas las cosas y que ignora al Dios que está por encima de todo.
Jesús no nació de una virgen, porque esto le parece imposible, sino que fue el
hijo de José y de María por una generación semejante a la de todos los hombres
y destacó sobre todo por la justicia, la prudencia y la sabiduría. Después del
bautismo, Cristo, viniendo de al lado de la suprema potencia que está por
encima de todas las cosas, bajó sobre Jesús en la forma de una paloma; fue
entonces cuando ese Cristo anunció al Padre desconocido y realizó milagros;
luego, al final, se marchó volando de nuevo de Jesús; Jesús sufrió y resucitó,
pero Cristo permaneció impasible, dado que era espiritual." (IRENEO DE
LYON, Adv. haer., I, 26,1.)
SATORNIL
Antioqueno, hacia el año 130. Fue maestro de
Basílides y de Cerdón, y consideraba al dios del Antiguo Testamento como el
genio del mal, el "principe" de este mundo malo.
LOS OFITAS
Los ofitas eran una secta judía o
sirio-alejandrina, posteriormente cristianizada, que pretendía estár vinculada
a la tribu hebraica de Dan. Algún autor ha señalado que se tratara de un grupo
de terapeutas que, como otros judíos gnósticos, se unieran al cristianismo tras
las derrotas de los mesianistas en el 70 y el 115.
Los ofitas decían que su secta había sido fundada
por un cierto Akember. Una vez cristianizados, recibieron influencias del
simonismo samaritano y el valentinismo. Tenían una angelología muy
desarrollada, basada en la hebrea, pero reinterpretada (testimonio de ORIGENES,
"Contra Celso", VI, 30-31"). Su símbolo de culto era la
serpiente (en griego "ophis"), identificada con el arcángel Rafael.
Serían precursores de los luciferinos: la serpiente bíblica sería el Logos,
mensajero del Dios de luz, que aportó la gnosis salvadora pese a la oposición
del malvado demiurgo. Algunos han señalado el posible despecho que encerraría
esta postura: tras las derrotas de los mesianistas en su combate contra los
romanos, muchos judíos gnósticos se aproximarían a una distinción entre el Dios
creador malo (que habría hecho el cuerpo) y el dios paternal bueno, del que
procedería el espíritu. Habría un principio divino masculino (el Logos) y otro
femenino, Prunikos, que engendró al primer hombre. En la encarnación de Cristo
también habría dos principios engendradores: Cristo, el espíritu (ennoia) del
padre unido a su hermana Sabiduría (sofía) en la tierra. Ambos encarnaron a
Jesús, después de cuya muerte se retirarían de su cuerpo para volver a su
origen, cerca del Padre.
LOS BARBELO-GNOSTICOS
Sus dirigentes serían de origen Sirio. Rendían
culto a Barbêlo, entidad femenina que encarnaba los atributos de Sofía
(Sabiduría), madre, virgen, prostituída; espíritu primordial, cerca del Dios
supremo, presentada a menudo como andrógino. Importaron los ritos de Astarté y
de la diosa madre.
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