Por Hyranio Garbho
Cuando los pueblos germánicos comenzaron a trabar relaciones
con las etnias del mediterráneo, en una época muy anterior a la establecida
oficialmente (1),
legaron a éstos gran parte de su cultura y sus símbolos. Entre los símbolos que fueron transmitidos se
hallaban las runas. Éstas degeneraron
entre los nativos mediterráneos, dando lugar con ello al surgimiento de las
runas-letras (buchstabenrunen). Estas
runas-letras devinieron con el tiempo un sistema alfabético y ése fue el origen
del Elder Futhark. Inscripciones de
este tipo se hallaron luego muchas, pero todas ellas entre los siglos II y V de
la era cristiana. Eso hizo pensar legítimamente a los investigadores que ésta
era la auténtica antigüedad de todos los sistema rúnicos. Lo que éstos ignoraban -y lo hacían porque
confiaban únicamente en el enfoque de su modelo científico- es que las runas
eran más antiguas que las inscripciones que se habían encontrado. Y que el que la arqueología no pudiera
probarlo no significaba que no se pudiera probar en absoluto. De hecho, las
evidencias de lo planteado vendrían de muchas otras ciencias como la
lingüística o el estudio comparado de la evolución de los sistemas
alfabéticos. Estas son las pruebas que
buscamos enseñar acá. Algunas de ellas se hallan desplegadas en el texto de von
List, otras las encontramos en los otros libros del Büchrerei. La mayoría, sin embargo, responde a un
auténtico aporte nuestro. En su conjunto
todas apuntan demostrar lo que desde List debió haberse venido haciendo
evidente: que las auténtica runas del origen no podían ser las runas del
Futhark Antiguo, y que frente a éste las runas armanen ostentaban ascendencia y
superioridad.
Vayamos pues a las evidencias de las que hemos escrito. Todas éstas se
despliegan en el análisis comparativo de los diversos sistemas rúnicos. Este análisis
consulta tres puntos esenciales en los que es posible establecer un
paralelo. Esos puntos son: 1) El
contraste entre el aumento progresivo de runas en los dos conjuntos rúnicos
históricos (Futhark Antiguo y Futhark Anglosajón) y la disminución de las
mismas en el Futhark Joven o Escandinavo, 2) La naturaleza monosilábica del
nombre de la runa respectiva en el Futhark Escandinavo y los nombres
bisilábicos o polisilábicos de las mismas en los otros muchos diversos sistemas
rúnicos; y 3) la forma o trazo particular de las runas que se comparan en uno u
otro futhark.
A) El factor del aumento y disminución de runas en uno y
otro sistema rúnico
Si atendemos a la información oficial sobre las runas tenemos
que éstas fueron, en su origen, alfabetos derivados de la escritura
mediterránea, que aumentaron su cantidad de símbolos en la medida que las
transformaciones de la lengua germánica (el paso del proto-nórdico al nórdico
antiguo) incorporaba nuevos sonidos y fonemas. Así, del Futhark Antiguo o Elder Futhark de
veinticuatro runas, en el siglo segundo, nos pasamos al Futhark Frisio o
Anglosajón de treinta y tres runas en el siglo quinto de la era cristiana. Este último futhark -o más propiamente
hablando futhorc- dominó casi sin contrapesos la forma de la escritura rúnica
hasta bastante avanzado el siglo once.
Pero en el siglo octavo, en Escandinavia, surgió un conjunto de runas
que, contrariando lo que había sido hasta ese momento la evolución natural de
los alfabetos rúnicos, en lugar de aumentar el número de símbolos, los
disminuyó ostensiblemente casi a la mitad.
¿Qué había sucedido realmente allí?
Los runólogos e investigadores oficiales no tienen respuesta
para tal desconcertante evento.
Habituados como están a explicar el aumento de símbolos rúnicos en la
perspectiva de la evolución de la lengua de los pueblos germánicos ignoran cómo
articularse frente a estos hechos que parecen discutir -cuando no echar
completamente por tierra- todas sus teorías.
Y es que no hay forma de explicarlo en la lógica de la evolución natural
de los sistemas de alfabeto rúnicos.
Pues lo que allí ha sucedido no tiene nada que ver con su
evolución. Otros son los factores que
van a explicar estos desconcertantes hechos acaecidos en Escandinavia.
Según la teoría oficial el aumento de símbolos rúnicos que se
produce entre el Elder Futhark y el Futhark Anglosajón se explica por la
evolución de la lengua germánica. Ésta
hallábase entonces en un proceso de cambios y transformaciones definitivas. El
efecto más visible de todos esos cambios va a ser la incorporación de nuevos
símbolos rúnicos, a medida que surgían nuevos sonidos y aumentaban los fonemas
de esta lengua en proceso de transformación.
Esta evolución va a seguir su curso natural en todas aquellas partes
donde predominaba uno u otro sistema rúnico (Futhark Antiguo y Anglosajón) -e
incluso entre los sistemas rúnicos menores que van a caracterizar el medievo (2). Y en todos los casos es posible mostrar, con
relativa facilidad, cómo unos sistemas se derivaban de otros o se lograban
explicar por otros.
Por ejemplo, si hacemos un análisis comparativo sencillo
entre los dos futhark en cuestión, el antiguo y el anglosajón, nos resultará
fácil mostrar que el segundo se deriva del primero, y que la explicación, según
la cual, el aumento de los caracteres rúnicos en el segundo se justificaba en
las trasformaciones de la lengua germánica era bastante plausible. Por eso no hallamos ninguna explicación
racional al hecho que cuando los alfabetos rúnicos comenzaron a aumentar su
número de runas, el Futhark Escandinavo no sólo no las haya aumentado, sino
que, además, las haya disminuido.
List explica que la disminución de las runas en el Futhark
Joven no se explica por la evolución natural de los alfabetos rúnicos. Pues se trata de un conjunto de runas que
lejos de derivarse de estos sistemas alfabéticos tiene su origen y procedencia
en sistemas de escritura infinitamente más antiguos y anteriores a los sistemas
de escritura rúnica históricos.
En la opinión de List, desplegada en las primeras páginas de
este escrito, el primer conjunto de runas, esto es, el auténtico Futhark
original, contaba apenas con dieciséis símbolos rúnicos. De estos emanaron luego una serie de runas que con el tiempo culminaron constituyéndose
en un sistema autónomo, cuya función principal fue la de servir como sistema de
escritura, empobreciendo notablemente su sentido mágico original. Es éste el origen del Futhark Antiguo. Pero paralelamente al desarrollo de este
futhark las runas sagradas del origen siguieron existiendo, y consecuentemente
con su naturaleza sagrada y no secular jamás aumentaron ni disminuyeron su
número de runas. Así, las encontramos
siendo igualmente dieciséis en el siglo octavo, sin advertir entre éstas y los
otros sistemas rúnicos aludidos aquí nada que explica o justifique el prejuicio
de la derivación.
Comparación
entre el Elder Futhark
y el
Futhorc Anglosajón
Elder
Futhark
Futhorc
Anglosajón
En esta comparación
los óvalos marcan las runas que son diferentes en el trazo en un futhark y
otro. El doble óvalo denota a un trazo
rúnico que corresponde a una runa distinta en ambos futhark en comparación. El recuadro marca las runas agregadas a un futhark
que no están en el otro.
Comparación
entre el Elder Futhark
y el
Futhark Joven
Elder
Futhark
Futhark Joven
Estos paralelos
grafican con una claridad insobornable las diferencias abisales que hay entre
unos y otros sistemas rúnicos. Pero no
sólo eso -y esto es infinitamente más importante. Estos contrasten señalan de un modo
irrefutable la imposibilidad que el Joven Futhark haya podido derivarse del
Futhark Antiguo. Ergo, si no derivo de
éste, y no obstante, apareció siete siglos más tarde ¿de cuál sistema rúnico se
derivo entonces? Cabe señalar, como último
asunto relativo a esta comparación, que las diferencias planteadas entre el
Elder Futhark y el Futhark Anglosajón no son insalvables y pueden fácilmente
explicarse por la evolución del proto-nórdico al nórdico antiguo. No así si se comparan estos sistemas rúnicos
con el Joven Futhark, donde las diferencias no sólo no disminuyen, sino que
aumentan. Por el contrario, si se
compara el Futhark Joven con las runas armanen, los parecidos saltarán a la
vista -tanto en el nombre, la cantidad y los trazos rúnicos en uno y otro
futhark.
Comparación
entre el Futhark Joven
y las
Runas Armanen
Futhark
Joven
Runas Armanen
B) La naturaleza silábica o monosilábica del nombre de la
runas en los diversos futhark en contraste
Si atendemos a la
comparación planteada por el segundo punto aquí desplegado tenemos un aserto
particular, hasta ahora casi inadvertido, de una importancia mayúscula. Éste está relacionado con el nombre de la
runa. A simple vista no tiene mucha
importancia. Pero mirado de cerca es realmente
decisivo. Según List, mientras más
primitivo es un lenguaje, más monosilábico es.
De hecho, este sólo dato debiera bastar ya para probar la antigüedad de
las runas escandinavas (armanen) por sobre las mal llamadas runas antiguas y
runas anglosajonas. Si se observa
detenidamente el nombre de todas las runas antiguas se podrá apreciar cómo, en
todos los casos, éstos constituyen palabras bisilábicas o polisilábicas. Distinto es el caso de las runas
escandinavas que en la mayoría de los casos sus nombres constituyen palabras
monosilábicas. El siguiente cuadro
ejemplifica esta cuestión.
C) La forma o trazado particular de las runas en
contraste en uno u otro futhark
Si se observa los trazos rúnicos desde el Futhark Antiguo al
Futhark Escandinavo, pasando por el Futhark Anglosajón, se notará un fenómeno
similar al expuesto en relación con la naturaleza silábica o monosilábica de
las runas. A medida que avanzamos en el
tiempo desde el Futhark Antiguo al Anglosajón los trazos rúnicos parecen
complejizarse; pero no sucede así con los trazos del joven Futhark. Éste, a diferencia de los que
"supuestamente" le preceden, simplifica sus trazos, mostrando en cada
línea rúnica un diseño que evoca una época infinitamente anterior. Pero no sólo
esto. Si se analizan de cerca uno y otro
trazado se podrá advertir también otro hecho asombroso. Los trazos del Futhark Anglosajón parecen
basarse en los trazos del Futhark Antiguo, y los de este último, en el joven
Futhark. Ello demuestra que la base de
todos los futhark históricos (antiguo, anglosajón y runas medievales) tuvo que
haber sido este futhark primordial, pre-histórico o a-histórico (o incluso
mejor trans-histórico), que List llamó armanen.
Por
último -y esto es muy importante- hay
una serie de trazos en el Futhark Antiguo y en el Anglosajón (pero no en el
Futhark Joven) cuyo origen no es germánico, sino mediterráneo. Ello revela hasta qué punto los futhark histórico pudieron haber estado contaminados por
estas culturas ulteriores. Pero, además,
indica la medida y el grado en que el joven futhark es anterior a todos éstos,
pues sus trazos no guardan, ni con los primeros ni con los últimos, ni el menor
parecido. Así, vemos que la mayoría de
runas del Futhark Antiguo que no están en el Futhark Escandinavo, parecen
derivarse de los símbolos mediterráneos, que hacia el comienzo de la era
cristiana contaminaron las runas antiguas.
Ello enfatiza la pérdida del carácter sagrado de estos símbolos y
redunda en una mayor diferenciación entre un conjunto rúnico y otro.
Runas
Compuestas
y
Derivadas del Futhark Antiguo
En este ejemplo los óvalos indican las runas compuestas del
Futhark Antiguo; los recuadros señalan las runas derivadas de otros sistemas
alfabéticos. Como podrá comprobarse
enseguida, la mayoría de las runas del Futhark Antiguo -y por añadidura las del
Futhorc Anglosajón- corresponden a runas compuestas formadas a partir de runas
derivadas, por lo que su carácter auténticamente germano y sagrado, tuvo que
haberse necesariamente perdido en alguno de los tramos de los cambios sufridos
por la lengua teutónica.
Las siguientes imágenes ilustran esto que hemos estado
refiriendo aquí.
Trazos Rúnicos del Futhark Antiguo
derivados de los alfabetos mediterráneos
La Gamma es la letra del alfabeto griego que derivó
en la letra "C" del alfabeto latino. Esta letra suena, en algunos
casos, como una "K", lo que es muy significativo, porque la
"K" es valor fonético de la runa "Kenaz". Es altamente probable que la runa "Kenaz" haya sido,
en su origen, una letra griega, particularmente la letra "gamma", la
que en su evolución del griego arcaico al griego clásico, se transformó a tal
punto que culminó fundamentando la letra "C" del alfabeto romano.
*Esto es parte del Estudio Preliminar al Libro "El Secreto de Las Runas"
**Esta temática aparece ampliamente desarrollada en el Libro "Las Runas Armanen y el Misterio del Fyrfos"
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(1) Esta es parte de la historia que no se ha querido contar, pero de la que muchos investigadores han ya escrito. De acuerdo con el Oera Linda, los germánicos frisones habrían trabado relaciones con los pueblos del mediterráneo desde mucho antes del hundimiento de Âldland, acaecido cerca de 4000 años a.C.
(2) Contamos entre estos tipos de runas a las Runas de Helsingia, las Runas Islandesas, las Runas Marcománas, las Runas Medievales y las Runas Dalecarlianas
(3) El conjunto de ejemplos que presentamos aquí es limitado. Está restringido exclusivamente a mostrar la eventual derivación de la runa Kenaz de los alfabetos mediterráneos, y a enseñar un conjunto también limitado de runas que presumiblemente se construyen a base de esta runa. El estudio detallado de todas las runas derivadas y compuestas presentes en los Futhark Antiguo, Anglosajón y los sistemas rúnicos menores del medievo lo he presentado en mi libro Las Runas Armanen y El Misterio del Fyrfos. Hállase allí también el análisis pormenorizado que contraste estos sistemas rúnicos con el Joven Futhark y las runas armanen.
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(1) Esta es parte de la historia que no se ha querido contar, pero de la que muchos investigadores han ya escrito. De acuerdo con el Oera Linda, los germánicos frisones habrían trabado relaciones con los pueblos del mediterráneo desde mucho antes del hundimiento de Âldland, acaecido cerca de 4000 años a.C.
(2) Contamos entre estos tipos de runas a las Runas de Helsingia, las Runas Islandesas, las Runas Marcománas, las Runas Medievales y las Runas Dalecarlianas