(Artículo en Construcción)
Desde
un punto de vista clínico moderno el DMT es un "alucinógeno" natural
que se halla en plantas y animales; aunque puede ser manipulado químicamente y
sintetizado como cualquier otro tipo de droga alucinógena (el LSD por ejemplo). Ya sea en forma natural, ya sea en forma
manipulada, el DMT es el alucinógeno más potente que se conoce. Pero no es ni porque es un alucinógeno, ni
porque es el más potente que vengo aquí a hablar del DMT. Las drogas siempre me han importado un
carajo; siempre he estimado que ése oscuro mundillo de los drogas es un asunto
caro a loosers, desadaptados y fracasados de toda índole y especie. Pero el caso del DMT presenta un aliciente
distinto. Hay un sentido, un minúsculo
aspecto, en el que hablar de esta droga puede resultar interesante. Investigadores no convencionales han
descubierto que esta sustancia es secretada de manera natural por los humanos
cuando se hayan expuestos a situaciones límites tales como la agonía, la
cercanía de la muerte, o las experiencias extáticas o místicas. Y es en ése sentido que se vuelve atractivo
hablar del DMT.
En
los años 90 se llevó a cabo una investigación con sesenta personas en los
Estados Unidos a quienes se les suministró DMT vía intravenosa. Los resultados fueron sorprendentes. Casi por unanimidad los investigados dijeron
haber experimentado "una pérdida de la percepción del cuerpo" sintiéndose
como si hubieran muerto. La mayoría de
los participantes del experimento dijeron haberse sentido como si fueran una
conciencia pura "sin percepción de sensaciones corporales". Uno de
los resultados más interesantes de la investigación enfatizaba el hecho de que
los investigados reportaran haber padecido efectos visuales con patrones
geométricos arquetípicos (símbolos religiosos antiguos). Otros efectos del estado de alucinación
fueron la "pérdida" de la percepción espacial y la alteración del
sentido del tiempo, junto con vislumbres de túneles, escaleras, ductos, pájaros
fantásticos, etc., imágenes que a ratos se sobreponían a las imágenes de los
objetos "reales" del campo objetivo de su percepción. Sorprendente fue también el reporte de la
aparición de entidades no materiales durante la alucinación, algunas de las
cuales eran descritas como ángeles o espíritus venidos como de otros mundos.